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TAVI, una alternativa práctica para las cirugías a corazón abierto

Esta técnica es una opción para pacientes con estenosis aórtica que tienen alto riesgo de someterse a cirugías. Así funciona y estas son sus ventajas.

  • La válvula viene en nitinol, un metal que cuando entra en contacto con la sangre dilata la válvula y de esta manera se acomoda en la que está enferma. Infografía SSTOCK.
    La válvula viene en nitinol, un metal que cuando entra en contacto con la sangre dilata la válvula y de esta manera se acomoda en la que está enferma. Infografía SSTOCK.
08 de septiembre de 2023
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El corazón es como un gran auditorio conformado por dos cámaras superiores llamadas aurículas y dos inferiores conocidas como ventrículos. Estas son las encargadas de recibir y bombear la sangre hacia diferentes partes del cuerpo para que el organismo funcione de manera correcta. Entre ellas están ubicadas cuatro válvulas cardíacas, una especie de puertas que son la conexión entre las cámaras y permiten que la sangre fluya en un solo sentido.

Una de estas es la válvula aórtica que ayuda a que la sangre de la aorta no se devuelva al corazón. Sin embargo, la válvula puede comenzar a estrecharse por problemas de calcificación, es decir, se vuelve como un tipo de piedra y su apertura es cada vez más compleja, lo que impide que la sangre circule adecuadamente. Esto es lo que se conoce como estenosis aórtica.

“En el mundo durante muchos años, los pacientes que tenían la enfermedad se llevaban a una cirugía a corazón abierto. Al paciente se le abría el esternón, su corazón se detenía con una sustancia especial, se ubicaba la aorta y se encontraba la válvula. Luego, se implantaba una válvula nueva y así se corregía el problema. Ahora, luego de varias investigaciones se está utilizando el TAVI, una técnica más sencilla”, precisa Óscar Velásquez, cirujano cardiovascular del Hospital San Vicente Fundación.

La implantación de la válvula aórtica transcatéter, o TAVI por sus siglas en inglés, es un procedimiento que se comenzó a implementar desde hace 20 años en el mundo y alrededor de ocho años en Colombia. En este, el reemplazo de la válvula se realiza sin necesidad de hacer una cirugía a corazón abierto.

“La mayoría de las veces el procedimiento se hace por la arteria femoral, que está ubicada en la ingle. No hay necesidad de utilizar anestesia general, ni de abrir el paciente. Por medio de un catéter especial que se introduce en la arteria se llega hasta el corazón y a través de unas imágenes, que se obtienen en una sala de hemodinámica, se implanta la válvula”, explica Sergio Franco, cirujano cardiovascular de la Clínica Medellín y director del posgrado en Cirugía Cardiovascular de la Universidad CES.

“Realmente es una técnica mínimamente invasiva, eso significa que como el paciente no es llevado a un quirófano cardiovascular, tampoco va a requerir terapia intensiva. Usualmente la hospitalización es de 24 horas después del procedimiento y tiene una tasa de éxito que está por los lados del 95 % de los implantes”, asegura Franco.

¿Quiénes son candidatos?

Los principales beneficiados del TAVI son los pacientes que tienen un mayor número de enfermedades y presentan una edad más avanzada. La idea de las primeras investigaciones que se desarrollaron en la búsqueda de mejores métodos para tratar la estenosis aórtica fue brindar una respuesta a esas personas que tenían un riesgo muy elevado de ir a cirugía.

“Cuando nosotros veíamos pacientes muy añosos con muchas enfermedades, les teníamos que decir que no los podíamos operar, porque los riesgos superaban los beneficios de la cirugía a corazón abierto. Esto es lo que se conoce como riesgo imprevisible. Entonces fueron ellos los primeros en comenzar a someterse al procedimiento del TAVI y los resultados fueron supremamente adecuados”, resaltó Velásquez.

Sin embargo, también subrayó el cirujano cardiovascular, que no todas las personas con alto riesgo se pueden someter a esta técnica, ya que se debe evaluar primero las condiciones en las que se encuentran. “El principio del TAVI es mejorar la calidad de vida. Si hay un paciente que no sale de su cama, aunque sea de alto riesgo, no debería tener este tipo de terapia, porque no le vamos a cambiar su modo de vida”.

Además, hay que tener en cuenta que la persona debe cumplir unas condiciones desde el punto de vista anatómico, puesto que implantar la válvula requiere ciertas condiciones en la localización y posición de las arterias femorales. También hay que evaluar enfermedades específicas para saber los riesgos.

“En este sentido, primero se realiza un ecocardiograma para evaluar el funcionamiento del corazón, observar las válvulas y mirar el grado de estrechez. También se hace un cateterismo cardíaco para saber si hay enfermedad concomitante de las arterias coronarias y no sea una contraindicación para realizar el procedimiento”, apuntó el cardiólogo de la Clínica Medellín.

En los últimos años, también se comenzó a implantar el TAVI a personas de riesgo intermedio y los resultados han sido positivos. Aunque para quienes tienen un riesgo bajo e intermedio todavía se recomienda la cirugía a corazón abierto, “es una muy buena cirugía, o sea, el TAVI no ha abolido la cirugía abierta. La técnica se mantiene para un grupo de pacientes que están normalmente alrededor de la tercera edad y que tienen un riesgo quirúrgico alto”, agregó Velásquez.

¿Cómo se solicita el TAVI?

Este método requiere de instituciones de alta complejidad que cuenten con tecnología adecuada y un equipo humano altamente calificado para que se pueda realizar con éxito. Cada centro de salud que hace este procedimiento tiene un hearteam o equipo del corazón conformado por un anestesiólogo cardiovascular, un cardiólogo, un hemodinamista y un cirujano.

Cada que un paciente tenga una probabilidad de llegar a ese tipo de terapia, se tiene que discutir antes en esta junta médica de especialistas su aprobación. Sin la valoración de estos profesionales no se puede implantar el TAVI.

“Se debe tener presente que luego del procedimiento, la persona debe seguir en el control de sus enfermedades, debe tomar su medicamento respectivo y continuar con las recomendaciones médicas”, puntualiza Óscar Vásquez, quien también es miembro del hearteam
del Hospital San Vicente Fundación.

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