El papa criticó este lunes lo que llamó “una eutanasia encubierta” contra los ancianos, a quienes, aseguró, a veces se les da la mitad de las medicinas que necesitan “porque son caras” y pidió a instituciones y médicos católicos que no caigan en la “cultura del descarte”, en referencia a la práctica de abortos y eutanasia.
“Somos víctimas de la cultura del descarte”, aseguró Francisco en su discurso durante la audiencia a los participantes en la sesión plenaria de la Pontificia Academia para la Vida.
“Está el desperdicio de niños que no queremos recibir, con esa ley de aborto que los envía al remitente y los mata directamente. Y hoy esto se ha convertido en una forma normal, una costumbre que es muy fea y que es realmente un asesinato”, dijo.
Agregó que, además de los niños, también los ancianos son tratados “como material de desecho, porque no se necesitan” y, en cambio, “son sabiduría, son las raíces de la sabiduría de nuestra civilización y esta civilización las descarta”.