Cuando piensa en Miami, ¿qué es lo primero que se le viene a la mente? El mar y las playas de Miami Beach, los colores de los murales de Winwood, la rumba en Downtown o en South Beach; la moda y la alta costura en el Design District, un recorrido por Little Havana o quizá un buen plato en Coconut Grove.
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Pero además de todo esto, que sin duda son planes imperdibles cuando usted planea visitar esta ciudad del sur de la Florida, existen otros espacios para conocer, desde el arte y la cultura, a una ciudad que deslumbra.
Visitar un museo en Miami podría parecerle aburrido frente a lo primero que pensó, pero lo cierto es que, con la oferta que tiene la ciudad seguro no le pasará. Si se le mide a este plan, descubrirá cómo una mansión influyó en la arquitectura de toda una ciudad, cómo se conectan un planetario y un acuario en un mismo lugar, o simplemente reconocer lo más mainstream del arte de los últimos dos siglos.
La extravagancia europea en el Vizcaya
Perderse en una de las casi 70 habitaciones de la mansión, en los vastos jardines, o simplemente sentarse a disfrutar de la vista a la bahía hacen de la visita al Vizcaya Museum & Gardens toda una experiencia. James Deering, un industrial francés que sufría una enfermedad para la que los médicos recomendaban sol y un clima cálido decidió construir, en 1914, una imponente propiedad con inspiración renacentista para pasar los días y recuperar su salud, pero también su interés por el paisajismo y las plantas hicieron que los jardines complementaran la villa.
Viajó por toda Europa en busca de muebles, antigüedades y pinturas que terminaron en las habitaciones de Vizcaya y que aún se conservan como tesoros del siglo XV. Durante el recorrido, los guías le contarán la historia de fascinantes objetos que allí reposan y que constituyeron una innovación tecnológica para la época.
Pero además de sorprenderse con el interior de la mansión, recorrer el exterior complementa la visita con una caminata por los jardines que se asemejan al diseño de los del Palacio de Versalles de Francia. Arbustos recortados en geométricos patrones se mezclan con estatuas clásicas, balcones y largos pasillos que contribuyen a su estética europea, pero Vizcaya también abraza el entorno tropical de Miami pues palmeras, orquídeas y otras plantas y flores propias del lugar complementan el ambiente de la mansión mediterránea.
Aunque quizá lo más curioso es cómo esta villa, que solo fue habitada por su creador durante nueve años (1916 a 1925), influenció en la arquitectura de la ciudad en la que se ubica, Coral Gables, de ahí que las casas a su alrededor tengan un aire de Vizcaya con una forma rectangular, dos pisos, tejas rojas en los techos, puertas y ventanas en forma de arco o círculo y hierro forjado en detalles como las rejas de los balcones.
Pérez Art, para disfrutar dentro y fuera
La magia de los museos casi siempre, está en su interior, pero en el Pérez Art Museum Miami (PAMM) también sorprende su exterior. Su fachada ya es un abrebocas de lo que aguarda: un diseño de la firma de arquitectura suiza Herzog & de Meuron quienes se inspiraron en las icónicas casas Stiltsville construidas frente a la costa de Miami en la década de 1930.
Ya adentro, dos pisos y 15 salas acogen colecciones permanentes de arte contemporáneo de artistas como las pintoras cubanas Carmen Herrera y Loló Soldevilla, o la artista visual brasileña Hélio Oiticica y exposiciones itinerantes con experiencias inmersivas. Pero, con solo notar las nacionalidades de los artistas se denota la conciencia que tiene el museo de su ubicación. “Estamos en Miami”, dice Maritza Lacayo, una de las curadoras de PAMM. “Somos parte del sur histórico y por eso tenemos muchas obras de artistas cubanos, latinoamericanos, de la diáspora africana”, agrega.
Por eso, la curadora explica que el PAMM es “espejo y ventana”. “Espejo, porque la comunidad viene y se ve reflejada en las obras, en esa combinación de culturas que tiene Miami. Y ventana, porque traemos lo mejor del mundo aquí”.
Cuando la visita parece que termina, otra comienza, pues la salida del museo apunta a otro de sus grandes atractivos: la vista a la Bahía Biscayne, en el Downtown de Miami, que está enmarcada por jardines colgantes y esculturas a gran escala que dan paso a la última parada: Verde, el restaurante del museo, en cuya cocina recrean con los sabores, muchas de las obras exhibidas en el lugar.
El océanos y el cosmos en un solo lugar
La astronomía y el mundo marino se unen muy cerca del Pérez Art Museum en el Phillip and Patricia Frost Museum of Science, pues ambos están sobre la Bahía Biscayne, en el Downtown. El museo de ciencia es uno de los pocos en el mundo que cuenta con un acuario y un planetario bajo un mismo techo lo que hace de la visita una salida educativa sin dejar de ser divertida.
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El lugar cuenta con un impresionante acuario de tres niveles en el que se pueden observar desde arriba –en una azotea– y desde abajo varios ecosistemas subacuáticos y especies como tiburones martillo, mantarrayas y mahi-mahi gigantes.
Pero el planetario no se queda atrás, pues es uno de los más innovadores a la hora de dar un paseo virtual por el sistema solar. Con su posición inclinada y un sistema visual de 8k, ofrece a los espectadores una experiencia virtual de casi 360 grados.
Pero además de estos dos escenarios, el museo tiene una exhibición que incluye un dinosaurio gigante conocido como Yutyrannus Huali, un avión de combate militar y una experiencia virtual del lanzamiento de la misión espacial Apolo.
Nada aburrido entonces visitar los más de 15 museos que tiene Miami y que le ofrecerán, cada uno, una experiencia que lo llevará a conocer una de las ciudades mas visitadas por los colombianos más allá de lo popular y reconocido.
*Por invitacion del Greater Miami Convention & Visitors Bureau (GMCVB).