Despedir un ser querido es doloroso, triste... y es un gasto. Al golpe sentimental y anímico, en ocasiones inesperado, se le suma el golpe económico, entonces, que puede ser alto si no se tiene cubierto.
El plan exequial (pago previo de servicios funerarios) garantiza que no habrá dificultades para la familia cuando alguno de sus miembros fallezca, pues este servicio da protección, seguridad, tranquilidad y apoyo en una situación tan dolorosa.
Lo que se busca es que al dolor de la pérdida, no se sume la angustia de no tener el dinero para poder despedirlo como se quiere.
Para Wilson Adolfo Roa Pino, director comercial de la Funeraria San Juan Bautista y José Daniel Gómez Giraldo, director de mercadeo de la Funeraria Gómez, el plan exequial se debe adquirir desde el momento en que se nace, pues desde allí empieza el riesgo, entonces desde ese instante hay que protegerse.
En términos generales, estos planes ofrecen traslado del cuerpo para su preservación; cofre o urna; sala de velación; cafetería en sala de velación; ramo; trámites, registros, eclesiásticos y civiles; transporte del cuerpo y de los familiares; cortejo fúnebre; cementerio u horno crematorio; recordatorios; cartel y cinta.
Los planes exequiales son transferibles y se pueden personalizar, de tal forma que, si se requiere un servicio que no cubra el plan, es posible que se brinde, pero se cobra un excedente. En algunas funerarias, los beneficiarios pueden, tras el fallecimiento de su ser querido, acceder a consultas psicológicas para manejar el duelo y asesorías jurídicas para el traslado de pensiones.