“Una silla debe ser bonita y cómoda”: Diseñador Andreas Krob

El diseñador alemán Andreas Krob llega a Medellín a hablar de lo que más sabe hacer: asientos funcionales para el día a día.

Krob creó la Pure is 3. Esta hecha de poliamida, fibra de vidrio y su componente central es un resorte inteligente. FOTO cortesía B4k

Varios premios internacionales avalan el trabajo de Andreas Krob frente a B4K, la compañía que fundó en 2001 con su esposa Uta Krob y que trabaja la innovación tanto en diseño como en arquitectura.

Sus mesas y sillas han sido galardonadas en certámenes como el A-Design Award, una de las competencias de diseño más grandes del mundo.

De la Pure is 3, su producción más reciente, hablará en Medellín en la Feria del Diseño, que comienza hoy en Plaza Mayor e irá hasta el 2 de junio. “Una silla no necesita más ajustes que la altura” es el nombre de la conferencia. EL COLOMBIANO habló con él.

¿Qué debe tener una silla para ser cómoda?

“Eso depende de donde la necesites. Si vas a estar sentado frente a tu computador, necesitas una que siga todos tus movimientos, es decir, que tenga un asiento estructurado y un respaldo ergonómico, un ajuste de altura y un mecanismo que le brinde la posibilidad de cambiar su posición. La silla en un restaurante también podría ser de madera muy simple con una forma que se adapte a las condiciones del usuario sin ningún movimiento. Cada situación es diferente”.

¿Debe estar hecha de algún material específico?

“No. Debe ser duradero y asequible. Quiero crear sillas que se puedan usar durante mucho tiempo en caso de estabilidad y diseño. Como diseñador tienes una gran responsabilidad con tu entorno. Es lo que tienes que cuidar mientras usas ciertos materiales”.

Hay un eterno dilema entre el fondo y la forma. ¿Qué es mejor, una confortable o bonita?

“No veo ningún dilema. Una silla debe ser bonita y cómoda y ergonómica y asequible. Si solo te concentras en uno de esos puntos, fallaste en tu trabajo como diseñador. Una bonita pero incómoda es probablemente una obra de arte, pero no un diseño”.

Uno de los mayores problemas de salud hoy en día es el estilo de vida sedentario. ¿Cómo lidia con eso cuando crea sillas cómodas que invitan a los usuarios a permanecer sentados?

“Cierto, creamos sillas cómodas en las que te encantará sentarte pero pienso que por otro lado tenemos que crear una atmósfera de trabajo tan diversa que te obligue a levantarte. Si la impresora que usas no está cerca debes pararte para sacar todas las impresiones que necesites. Si tu teléfono está en un escritorio separado, debes levantarse para hacer una llamada y sentarse para hacer el trabajo con tu computador”.

¿Considera que estos objetos deben ser personalizados, especialmente los que se utilizan en las oficinas?

“En general creo que no. Cada vez más lugares de trabajo son espacios compartidos, por lo que muchas personas utilizan una estructura de oficina, pero no un solo lugar de trabajo. Pero en todas las empresas hay algunos lugares donde sus empleados se sientan 8 horas al día en los mismos espacios. Para ese tipo de trabajadores es extremadamente importante tener una silla personal que pueda modificarse según las necesidades propias, es decir, su altura, peso, etc”.

¿Qué tienen sus sillas de

diferente que las hacen

especiales?

“Todas tienen una historia especial, un nuevo material, un invento, un nuevo mecanismo o cualquier otra innovación”.

¿Qué sabe del diseño de muebles en Latinoamérica?

“Conozco a algunos diseñadores latinoamericanos, pero nada en especial. Ahora durante mi visita a Medellín siento mucha curiosidad por tener una visión más profunda dentro de la escena del diseño en este continente”.

¿Considera que las sillas de hoy lastiman la postura o esta no tiene nada que ver con el lugar en que nos sentamos?

“Las sillas tienen un gran impacto. Para su entorno de trabajo necesita los mejores equipos, computadores, máquinas y también las mejores sillas. No es solo un mueble, es la interfaz analógica entre el empleado y el trabajo que debe realizarse. La silla de trabajo es una herramienta de oficina. Y a nadie le gusta trabajar con objetos o herramientas baratas”.