Succession tomó el relevo a Game Of Thrones y se coronó este domingo como el mejor drama en la 72 edición de los Emmy, celebrada en Los Ángeles (EE.UU.) con un evento virtual debido a la pandemia.
Por su parte, la comedia Schitt’s Creek y la miniserie Watchmen fueron las triunfadoras hasta mitad de la noche en los premios más importantes de la televisión.
Y es que, Schitt’s Creek arrasó en el género de comedia al llevarse siete galardones, todos a los que aspiraba en la ceremonia sin dejar ninguna posibilidad a sus competidoras.
Además de coronarse como mejor comedia, también se llevó los premios a actor cómico (Eugene Levy), actriz cómica (Catherine O’Hara), actor de reparto (Dan Levy), actriz de reparto (Annie Murphy), mejor guión de una comedia (Dan Levy) y mejor dirección en una comedia (Andrew Cividino y Dan Levy).
Eugene y Dan Levy, padre e hijo en la vida real, son coprotagonistas y creadores de esta ficción que ha sido aplaudida por su tratamiento respetuoso de la comunidad LGBT.
Entre tanto, Watchmen, ficción de HBO se alzó como mejor miniserie (serie limitada) y también otorgó a su protagonista, Regina King, el cuarto Emmy de su carrera.
King recibió el galardón desde su casa con una camiseta en la que aparecía la imagen de Breonna Taylor, la joven afroamericana que en marzo murió tiroteada por policías siendo inocente.
“Tengan claro que su voto en las próximas elecciones cuenta”, insistió al final de su discurso.
Watchmen, estrenada antes de que las protestas contra el racismo explotaran en Estados Unidos, se ha convertido en un referente cultural del movimiento Black Lives Matter porque su argumento está relacionado con la Masacre de Tulsa, un suceso acontecido en 1921 y en el que un grupo de supremacistas blancos masacró a ciudadanos afroamericanos.
La ceremonia de entrega de los Emmy ha ideado un formato en el que los invitados agradecen sus galardones desde su residencia.
El humorista Jimmy Kimmel, presentador del evento, dio la bienvenida desde el mítico Staples Center de Los Ángeles (EE.UU.), la sede simbólica de una cita que no ha contado con alfombra roja, ni discursos sobre el escenario.
“Bienvenidos a los “Pand-Emmys”, bromeó Kimmel al comienzo de una gala en la que los pocos invitados presentes han desinfectado ante las cámaras los sobres que contienen el nombre los ganadores, se han realizado test de coronavirus y han mantenido -en la mayoría de ocasiones- la distancia social.