Las primeras imágenes del James Webb como la Nebulosa de Carina o de la Galaxia Rueda de Carro son fotografías fantásticas con las que nos deslumbramos. En ellas se muestran escenarios llenos de contrastes, profundidad, color y brillo.
Pero, ¿sabía que así no llegan desde el telescopio? El artefacto entrega estas imágenes a través de las antenas que están en la Tierra en formato crudo conocido en la fotografía astronómica como FITS, similar a lo que en la fotografía digital sería el formato RAW (contiene la totalidad de los datos de la imagen y se pueden aprovechar y explorar en la edición). Estos son más pesados que los reconocidos JPG o PNG.
Las fotografías astronómicas finales que publica la Nasa y que se difunden alrededor del mundo son entonces el resultado de una calibración fotográfica que hacen científicos dedicados a esta labor. El profesor León Jaime Restrepo Quirós, docente de la Facultad de Ingeniería de la Institución Universitaria de Envigado (IUE), explicó que los telescopios capturan las imágenes en los filtros que disponga su tecnología.
El James Webb lo hace en los filtros de los espectros visible e infrarrojo y así se obtienen las imágenes en ambos espectros con sus diferentes filtros. El docente explica que uno de los sistemas fotográficos del espectro visible es el Sistema fotométrico UBV conocido también como Sistema Harold Johnson para la clasificación estelar regido en función del color del astro, en este hay colores ultravioleta, azul y espectro visible. Estos colores los escogen los astrónomos dependiendo de lo que quieran destacar, pero estos no son fieles a los de los paisajes cósmicos.
“Las imágenes de cada filtro son fotografías monocromáticas, es decir, en escala de grises. Algunas de ellas llegan oscuras y con bajo brillo porque tuvieron poco tiempo de exposición, así son generalmente las imágenes que se capturan de las estrellas, que suelen llegar muy planas. Mientras que si la imagen fue sometida a un alto tiempo de exposición, llegarán imágenes muy brillantes. Ahí es donde se hace la calibración de cada una de ellas”, aseguró Restrepo Quirós.
La versión comprimida de FITS es el formato .FITSFZ (un poco menos pesada que el formato crudo, original). En ese formato es en el que las imágenes reciben su tratamiento final y luego, ya la imagen calibrada, con colores llamativos para los ojos humanos y con mejor contraste, se entregan en formatos de fácil difusión.
“En el formato FIT lo que se hace es que unos puntos que aparecen en las fotografías crudas se pueden relacionar con coordenadas eléctricas y se puede medir el nivel del brillo”, agregó el docente.