Las prendas denim no se lavan. Es la contundente frase que lanzan algunos productores de prendas de vestir en este material, quienes aseguran que no es necesario y que es más, atentan con el buen envejecimiento del pantalón, camisa o chaqueta.
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Esta semana se realiza en Medellín una edición más de Colombiatex de las Américas, feria importante en la región y que este miércoles celebrará el Denim Day, un momento dedicado a toda la industria que en Colombia es una de las principales productoras de prendas en este clásico material, exportandolo a buena parte del mundo, incluido Estados Unidos.
Apropósito de esta celebración, expertos en este material aseguran que no es necesario su lavado y que existen alternativas de limpieza para mantener su higiene y a la vez, no atentar con su buen envejecimiento.
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El lavado, según sus fabricantes, puede acelerar el deterioro de la prenda, modificar su color y el cambio de su textura. Además, en el lavado, es una prenda que requiere una mayor cantidad de agua que otro tipo de materiales.
Algunos recomiendan, en el caso de optar por el lavado, hacerlo después de seis meses de uso de la prenda, o sólo hacerlo cuando realmente la suciedad no deja otra alternativa. Entre una lavada y otra, puede colgarlos al aire para que se ventilen y tratar las manchas si es necesario.
Otra de las alternativas recomendadas es limpiarlo con un antibacterial textil, dejarlo en el baño mientras las personas toman una ducha de agua caliente, que el vapor recoge el mugre, empacarlo en una bolsa plástica y dejarlo toda una noche en el congelador, para luego sacarlo y hacer un repaso con el antibacterial textil.
También se recomienda lavarlos por separado y siempre por el revés, al finalizar el proceso no escurrir o retorcerlos pues esto puede afectar la composición de la prenda. Lavarlo preferiblemente con agua fría en un ciclo delicado o a mano, y no usar agua caliente ya que puede encoger y romper las fibras. Tampoco dejar en remojo, usar detergentes suaves y evitar blanqueador y suavizantes y dejarlos secar por el revés al aire libre, alejados de la luz solar directa.
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El debate que no termina, pero en momentos de cambio climático, largos periodos de sequía, racionamiento de agua, altos costos del alcantarillado, extender los tiempos entre lavadas empieza a ser una alternativa mucho más viable. Al reducir las lavadas, se reduce también el consumo de agua, luz, detergente.
Según datos recopilados por la revista National Geographic, la fabricación de un jean consume unos 3000 litros de agua a lo largo de toda la cadena de suministro, desde el cultivo del algodón hasta el teñido, pasando por los demás procesos de lavado para conseguir los acabados deseados.
