No es una habilidad común tener conciencia de la existencia. Un pequeño pez habría entrado al grupo de los animales que la tienen.
Es el limpiador (Labroides dimidiatus), especializado en quitarles parásitos y piel muerta a otros peces del arrecife. Tal parece que pasó la prueba desarrollada en los años 70 por Gordon Gallup, el test dorado para ver si un animal se autorreconoce.
A este club pertenecen, aparte de los humanos, chimpancés, bonobos, orangutanes, delfines, elefantes, cuervos y palomas.
En la prueba a los animales se les pinta una mancha en su rostro y se colocan frente a un espejo. Si tratan de quitársela es que saben quiénes son.
Para el estudio, los investigadores, encabezados por Masanori Kohda, pusieron varios peces en un estanque con un espejo.
Al comienzo, como ha sucedido en otros casos, vieron como una amenaza las imágenes y defendieron territorio.
Luego exhibieron una conducta poco común, bailando frente a su reflejo.
Se les puso un gel en la frente. De acuerdo con los investigadores, varios pasaron más tiempo mirándose en el espejo, mientras otros trataban de rascarse para quitarse la mancha.
Sería esa la prueba reina que buscaban.