Si no se le ha olvidado a nadie, si las instrucciones no se han borrado, si existe interés todavía, si hay humanos vivos o simplemente si todavía se hace ciencia así y si funciona aún la Universidad de Edimburgo, en el año 2514 se resolverá el misterio.
Será, entonces, el momento para abrir la caja que contiene un experimento muy especial: bacterias Bacillus subtilis. Sí, abrirla y ver si están vivas o se pueden reanimar.
Es que los científicos que adelantan hoy el estudio no estarán vivos entonces. Así fue que en 2014 sellaron la caja con las bacterias en medio desecado y creen necesario que transcurran cinco siglos para comprobar bien que la vida en el planeta no está limitada por los estándares de los humanos. Para probarlo se requiere un estudio que trascienda la longevidad de las personas.
Charles Cockell, uno de los científicos, una vez olvidó un plato petri con Chroociccidiopsis y halló que las células seguían vivas. En artículo en The Atlantic recuerda que se han revivido bacterias de latas de carne de 118 años y también, se afirma, de ámbar y cristales salinos de millones de años.
No solo la idea es de Cockell, de Edimburgo, sino de colegas alemanes y estadounidenses, que reseñaron hallazgos iniciales del experimento en el journal Plos One.
En él se explica que B. subtilis “es capaz de tolerar varios ambientes extremos pasando a un estado latente como esporas, permitiendo la supervivencia bajo condiciones desfavorables. Que pueda sobrevivir dormitante por largo tiempo, siendo viable, es algo que está por verse.
“En este estudio presentamos los primeros datos de un experimento microbiano de 500 años que comenzó en 2014 y finalizará en 2514”, escribieron los autores.