Si cree que el tendero le vende menos del kilo, ahora podrá recurrir a constantes universales para comprobarlo.
Bueno, podrá, pero... tendrá que saber algo más.
Hoy la única manera de verificarlo es yendo a París, a la Oficina Internacional de Pesas y Medidas donde mantienen el cilindro de iridio y platino que desde hace 126 años dice qué es un kilo.
Pero es que aún allí, bien guardado, puede variar: ganar o perder átomos.
El caso es que desde hace años se trata de llevar lo que es un kilo a una constante universal, como ha sucedido con otras medidas básicas.
Ahora hay un acercamiento, de acuerdo con un artículo publicado en Nature: la fórmula tiene una precisión de 12 partes por 1.000 millones.
Para convertir un kilogramo en una unidad fundamental se ha querido relacionarlo con la constante de Planck, que vincula la energía de una partícula a su frecuencia vía la ecuación einsteniana E=mc2, que lo hace con su masa.
Esto exige una medición exacta de la constante.
En eso había inconvenientes. Desde los años 70 se buscaba relacionarlo con una constante y en 2011 la división de masas de la Oficina acordó expresarlo en términos de la constante de Planck, pero solo el año pasado los grupos que trabajaban con diferentes aproximaciones lograron resultados más precisos.
Un método, del Proyecto Avogrado, incluye el conteo de átomos en dos esferas de silicio 28 que pesan lo mismo que el kilogramo de referencia, lo que permite calcular la constante de Avogrado que los investigadores convierten en un valor de la constante de Planck. Otro método se basó en una balanza watt para producir un valor de la de Planck.
Los métodos no concordaban y la intervención del Instituto de Estándares y Tecnología de Estados Unidos fue definitiva.
La redefinición de kilo no lo hará más preciso, pero sí más estable, por lo dicho: un objeto físico puede ganar o perder átomos o ser destruido.
“Es un momento fantástico”, según David Newell, físico del Nist, citado por Nature. “Es la culminación de esfuerzos intensos y prolongados en todo el mundo”.
La última publicación del valor de la constante fue en agosto pasado. Antes de que se adopte la redefinición y el cilindro pase a buen retiro, los grupos seguirán afinando sus métodos y uno de ellos se apoyará en esferas de Rusia. El resultado final debe producirse antes de mediados de 2017.
En la sesión de la Conferencia General de Pesas y Medidas en 2018 se adoptará la decisión, como también la definición de mole, kelvin y amperio basadas en constantes.
Un kilo exacto.