Frente a la riqueza que tiene Colombia en biodiversidad y recursos naturales se abre un potencial para generar innovación social: aquella que tiene manejo responsable de la naturaleza, de la ruralidad y del trabajo asociativo en territorios.
“Con la presencia del experto internacional Gunter Pauli, se apoya la estrategia de BanCO2, “que cree en el pago de los empresarios por los servicios ambientales, además de un pensamiento práctico, que reconozca al campesino con todo su valor y su protección de los bosques”, indicó a EL COLOMBIANO Carlos Mario Zuluaga Gómez, director de la Corporación Autónoma Regional de las cuencas de los ríos Negro y Nare (Cornare)
El funcionario promovió traer a Pauli a Medellín para reforzar la tesis que plantea que no se puede hablar de conservación si existe hambre y es la misma naturaleza quien da la respuesta para pensar diferente.
De otro lado, Andrea González, directora Ambiental de AngloGoldAshanti, manifestó que este nuevo pensamiento surge desde la educación básica, porque “abre los ojos y ratifica que para ser sostenible no se requiere algo mágico. Permite ver con claridad que eso que antes se botaba, termina siendo un activo”.
La ejecutiva señala que el deber de esta compañía extractiva es “hacer minería responsable, con menos uso de agua y energía, además de contribuir para que el campesino se quede en la zona y sea productivo”. Y apunta que esa filosofía se aplica en el caso del proyecto aurífero Gramalote, a cielo abierto en el municipio de San Roque (Nordeste de Antioquia) con un área de intervención de 130 hectáreas, pero que beneficia a 3.000 hectáreas.