“Soñaba con ser el mejor ciclista y aún quiero serlo”, afirma el pedalista boyacense Winner Anacona cuando se le pregunta por el podio que quiere ocupar en el ciclismo mundial. La pretensión en su caso parece tangible, porque este joven de 27 años, cuyo nombre evoca esa palabra del inglés que se traduce como “ganador”, es nada más y nada menos que el gregario del mejor escalador del mundo, Nairo Quintana.
La propuesta de Nairo para tenerlo en su equipo derivó tras tener la certeza de cómo responden las piernas de Winner y lo sabe gracias a las lomas de Boyacá, lugar donde ambos entrenaron. Y con esta referencia de compañerismo, estos paisanos y amigos de hace una década confirmaron con contundencia ser una sociedad poderosa, porque Winner cumplió su rol de abrirle paso al líder y lo demás fue historia: Nairo ganó la etapa 20 del Tour de Francia 2015.
Que Nairo haya apostado por sus capacidades y ahora lo siga haciendo sólo significa una cosa para Winner: “que mi dedicación y disciplina de los casi 21 años de ciclismo me han llevado a ganarme la confianza de los líderes”.
Confeso animalista, lector, amante de los videojuegos, de los comics y de los tatuajes. ¿A qué aspira hoy? Él mismo nos lo contó a través de su cuenta en Twitter (@wian88) para nuestro Perfil Tuitero:
¿Se considera un “winner” (ganador) en el ciclismo?
“Es un nombre que pesa pero lo llevo con orgullo y honor, así mis victorias sean pocas comparadas con otros corredores”.
¿Cuándo comenzó su amor por el ciclismo? ¿Influyó su nombre para apasionarse?
“Desde muy pequeño me gustó el ciclismo, seguramente influyó mi padre, él era policía pero le gustaba mucho, así que me llevaba a montar por el pueblo. Aprendí a montar en ‘bici’ a una muy corta edad ya sin ruedas auxiliares. Mi padre me puso mis nombres por dos corredores de la época, Peter Winning y Andrew Hampsten, pero por un error quedé Winner Andrew, un nombre al final único”.
Está llamado a llevar a Nairo a lo más alto de la montaña, ¿cómo siente esa responsabilidad?
“Se siente muy bien poder respaldar a un corredor talentoso que se sabe que puede luchar por la victoria y que ‘somos un peldaño para alcanzar ese anhelado tour”.
Su labor está orientada a destacar a otro, ¿se siente cómodo con esto?
“Siempre he tenido la mentalidad de ganar y así la quiero mantener, ahora cumplo con un rol de gregario y lo hago de igual manera con gusto, siempre he dicho que la carretera se encarga de poner a cada uno en su sitio así que cuando haya la oportunidad de ganar espero poder hacerlo”.
¿Alguna figura del ciclismo de referencia?
“Miguel Indurain”.
¿Cómo va su preparación para el tour de Francia?
“Va por muy buen camino, hemos hecho unos muy buenos entrenamientos en Boyacá y las sensaciones son muy buenas”.
¿Cómo los trataban en un inicio dentro del pelotón y cómo es ahora?
“En lo personal debo decir que bien, empecé con un equipo de la máxima categoría, tal vez eso ayudó, pero puedo decir que alguna vez corriendo con los colores de la Selección Colombia, en unas carreras previas del mundial de Firenze, la cosa cambiaba, no sé por qué el vestir otros colores hacía que fuese diferente, como decimos aquí, ‘nos la montaban’. De hecho cuando estaba el team Colombia uno veía a menudo con los muchachos que el trato era muy diferente con ellos, como mala gente. Creo que el respeto se ha venido ganando poco a poco en el pelotón”.
Qué es más duro, ¿escalar los Alpes o las lomas de Boyacá ?
“Los Alpes son duros y las subidas de Boyacá también, cada una tiene su dificultad. Acá nos llaman ‘escarabajos’ por nuestros Andes y las grandes subidas que tenemos en Colombia, pero la verdad es que en el Viejo Continente también se encuentra una infinidad de subidas y muy duras”.
Giro, Tour o Vuelta, ¿cuál es más dura e inolvidable?
“He tenido la fortuna de correr las tres grandes y cada una es dura. Inolvidable el tour por los ríos de gente, más que en el giro y la vuelta”.
Para obtener más energía qué es mejor, ¿la aguapanela o los batidos?
“Una buena aguapanela con limón no está nada mal para el frío, pero mejor el batido de recuperación después de cada etapa o un exigente entrenamiento, aunque el batido no reemplazará el comer y descansar bien”.
Hace seis meses debutó como papá, ¿de qué forma este rol ha impactado en su vida deportiva?
“Ha sido algo muy bonito y ahora mismo es mi motor extra. Cada mañana que salgo a entrenar no hay nada mejor que llegar y ver cómo te recibe con sus sonrisas. Mila me da esa fuerza extra de dar no sólo el 100 si no el 1000 %.”
¿De no haber sido ciclista, qué sería?
“Uy buena pregunta, no sé qué responder. Siempre decía de pequeño que quería ser ciclista, estoy haciendo lo que soñé y trabajé por ser, así que no podría decirle”.