Han sido millones los venezolanos que han salido de su país en los últimos años. 1.7 millones han llegado a Colombia, otro tanto han llegado a Ecuador, a Perú o a Chile, y sabemos que es una población que ha sufrido mucho y que ve con ilusión el día que se restablezca la democracia y haya una perspectiva de recuperación para regresar a su territorio.
Nosotros, en lo que nos corresponde, hemos tenido una política migratoria fraterna y de atención. Hemos tratado de habilitar servicios de salud, educativos, servicios que permitan regularizar su situación laboral, y eso le ha merecido a Colombia un gran reconocimiento no solo a nivel mundial, sino de la población venezolana.
En nuestro país, no podemos referirnos a ellos de manera despectiva, ni referirnos a ellos como “venezolanos” que están allá, como si fueran personas que no participaran en nuestra sociedad. Por eso hemos tenidos programas de atención y hoy, en este momento tan difícil que estamos viviendo, queremos seguir buscando que esos niños que estaban en riesgo de apatridia y les dimos la nacionalidad venezolana, encuentren el alimento en un momento tan crítico. No podemos caer ni en la xenofobia ni en la estigmatización.