El Dane acaba de publicar los datos de la evolución de la incidencia de la pobreza multidimensional entre 2018 y 2019. Las nuevas estimaciones incorporan las estructuras demográficas del Censo de Población de 2018. Los hechos más significativos son: 1. Una disminución de la incidencia. A nivel nacional pasó del 19,1 % al 17,5 %.2. Una permanencia de la brecha urbano rural. La diferencia entre el campo y la ciudad continúa siendo significativa. La pobreza disminuyó tanto en las cabeceras como en la zona rural, pero las brechas son notorias. En 2019 la incidencia en las ciudades fue del 12,3 % y en las zonas rurales del 34,5 %. 3. Llama la atención el aumento de la incidencia de la pobreza en Bogotá, que pasó de 4,1% a 7,1%. Gran parte de la explicación tiene que ver con las dificultades del acceso a los servicios de salud. La enseñanza es clara: nunca se puede cantar victoria. 4. En general, las privaciones más significativas tienen que ver con la informalidad, que pasó de 72,7 % a 72,9 %. 4. Este panorama global que es optimista está cambiando de manera significativa con la pandemia. Sin duda, la pobreza se incrementará. Ha llegado el momento para reflexionar sobre la importancia de garantizar políticas públicas más incluyentes.
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