Yo creo que el informe anual del Consejo Privado de Competitividad indica que el país sigue muy rezagado en múltiples aspectos y que en los últimos años no hemos aprovechado ni el tiempo ni las oportunidades.
Hay evidentes falencias en varios aspectos vitales para tener una competitividad moderna. Estos aspectos negativos son, entre otros, un pobre marco regulatorio del sector energético, un débil desarrollo industrial, no tener una justicia rápida y efectiva y serios retrasos en servicios civiles.
Si bien hay avances en algunos aspectos, son más visibles los retrocesos. Este informe hace evidente que hay mucha bicicleta estática en sectores como energía, ciencia y tecnología, transparencia en gestión, etc.
El país debería tener desde hace mucho tiempo una política de desarrollo productivo con metas concretas.
Se deben diversificar las exportaciones para no depender tanto de productos primarios como el petróleo.
Se deben aprovechar los diversos tratados de libre comercio que se han firmado en los últimos años y hay que, con urgencia, reducir la estructura tributaria que les impide a los industriales progresar.
En resumen, crear una agenda clara y real de competitividad.
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