El proceso no tiene reversa. La oposición del exilio cubano se redujo y los más jóvenes respaldan restablecer relaciones. Creo, incluso, que el embargo será levantado en un tiempo relativamente corto, dependiendo de la actitud del gobierno cubano frente a temas como los derechos humanos.
La presencia del secretario de Estado, John Kerry, a la que los cubanos no le dieron mucha trascendencia, es clave. Se ocuparon más de los 89 años del expresidente Fidel Castro.
Quedan retos futuros importantes: el gobierno cubano señala, solemne y reiteradamente, que para normalizar por completo las relaciones es necesaria la devolución de la base de Guantánamo, decisión que es complicada. Existe un tratado desde 1903 entre ambos países. El mismo Fidel Castro agrega que E.U. debe pagar las indemnizaciones por el bloqueo económico de 54 años. Entre tanto, los exiliados, en especial en Miami, reclaman el reintegro de propiedades que dejaron tras la revolución, o que se les indemnice.
Pero hoy hay una relación fluida, por ejemplo sobre visas (20.000 al año), y trabajan estrechamente asuntos de narcotráfico. Las oficinas de intereses de ambos países, en La Habana y Washington, están bajo mando de altos funcionarios. Lo de hoy (ayer) aunque fue simbólico es parte del nuevo desarrollo y consolidación de las relaciones.