El Parque Conmemorativo Inflexión, más allá de ser un espacio físico desde el cual deseamos rendir un homenaje a nuestros héroes y víctimas, debe ser un espacio de profunda reflexión espiritual desde el cual podamos comprender:
-Que solo en una sociedad permisiva, cobarde y cómplice pueden tener cabida fenómenos anómalos como el narcotráfico.
-Que instituciones democráticas débiles y guiadas por líderes corruptos, se convierten en el mejor socio para que el narcotráfico pueda crecer y expandirse.
-Que admirar y emular las vidas estrafalarias y ostentosas de los narcotraficantes, son el mejor incentivo para que los niños y los jóvenes sigan la senda del crimen.
-Que sentirnos amedrentados o mirar para otro lado a fin de evitar amenazas o atentados contra nuestras vidas, es la mejor forma de decirles a los violentos “sigan delinquiendo”.
-Que permitir que millones de niños y jóvenes colombianos continúen sucumbiendo al consumo de las drogas ilícitas, es fortalecer las sucias ganancias de este negocio maldito. (...)
El mundo debe saber que Medellín y sus habitantes no solo sufrieron la violencia criminal del cartel sino también el escarnio público. (...) Medellín es sinónimo de pujanza, solidaridad, iniciativa empresarial, ser los mejores anfritiones del país, de amor por Colombia.
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