El análisis del mercado laboral gira en torno al comportamiento de la tasa de ocupación, la de participación y la de desempleo, comparando los resultados más recientes con los del mismos del año anterior y captando dinámicas sin estacionalidades.
Para el 2021 se recomienda, además de mirar el 2020 —como se hace tradicionalmente—, ver los niveles de 2019. Esto evidencia logros frente al piso que dejó la pandemia y la tarea que falta para recuperar una senda de crecimiento y no solo de recuperación.
Así, mientras la tasa de desempleo se reduce 6,5 puntos porcentuales en 2021 frente al 2020, está por arriba 3,6 frente al 2019. Los ocupados recuperan 3 millones, pero faltan 1,2 frente al 2019. Lo mismo ocurre con la tasa global de participación y la tasa de ocupación, crecientes frente al 2020, pero les falta para alcanzar los niveles de 2019.
Esa diferencia de perspectiva, según el punto de referencia que se tome, el 2020 o el 2019, se generaliza para todas las desagregaciones temáticas que tiene el mercado laboral: en el caso de las mujeres desocupadas, por ejemplo, se reducen en 469 mil en relación con julio de 2020, pero están 452 mil arriba del registro de julio 2019.