viernes
7 y 9
7 y 9
Los datos sectoriales recientes que divulgó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), confirman que la recuperación de la economía colombiana después del confinamiento va a ser lenta, asimétrica y se va a dar en medio de una gran incertidumbre. Según los datos de industria y comercio de la entidad, el progreso de la economía después de la caída histórica del producto en el segundo trimestre (-15,7 %) ha estado muy por debajo de la dinámica que se observaba antes de la pandemia.
El desempeño de la industria, en particular, con un decrecimiento anual en julio de 8,5 %, en relación con el mismo mes de 2019, no estuvo en línea con las expectativas que tenían los analistas. Si bien es cierto que es un resultado ligeramente mejor que el observado en junio (-9,8 %), y claramente superior al de mayo (-22,8 %) y abril (-35,8 %), la recuperación industrial parece haber perdido su dinamismo.
En efecto, en julio la producción industrial retrocedió en la mayoría de las actividades (de las 39 que la componen, 32 decrecieron restando 8,8 puntos porcentuales a la variación total anual). Las caídas más dramáticas las registraron la producción de automóviles (-49,1 %) y la de autopartes (-41,3 %), un reflejo claro de las dificultades de esa industria agobiada por la escasa intención de los hogares de comprar vehículos en este momento. Las actividades industriales que crecieron fueron en su mayoría las relacionadas con la producción de alimentos.
También es desigual el comportamiento de la industria en las diferentes regiones. En Bogotá, la caída fue de 15,2 %; Bolívar reportó un -19,2 %; Santander, -15,3 %, y Antioquia, -11,5 %. De hecho, como área metropolitana la que más contribuye a la variación anual negativa de la producción real es la del Valle de Aburrá con una reducción de 13,9 %. También hubo regiones con comportamientos positivos. Ese es el caso de Caldas, con el 13,6 % y Boyacá, con el 10,3 %.
Los malos resultados al parecer no se corrigieron en agosto, ya que el indicador adelantado para la industria que construye Davivienda (el índice de gestión de compras o PMI) desmejora frente a julio. Ese resultado, que deberá confirmar el dato observado del Dane, se explicaría por la debilidad de la demanda y el cierre continuado de empresas.
De otro lado, el decaimiento de la intención de gasto de los hogares está pasándole factura al comercio. La Encuesta Mensual de Comercio muestra que en julio las ventas reales del comercio minorista y de vehículos registraron una variación de -12,4 % frente al mismo mes de 2019. La variación de estas ventas si se excluyen los combustibles y los vehículos fue de -3,7 %. En contraste, el segundo día sin IVA de los primeros días de julio contribuyó a que las ventas de electrodomésticos y equipos informáticos tuvieran una variación positiva y amortiguaron parcialmente las cifras negativas del comercio para ese mes.
Un aspecto importante al observar estas cifras es que no puede haber complacencia en relación con la recuperación. Es cierto que lo peor quedó atrás después del calamitoso resultado de crecimiento del PIB en el segundo trimestre y, en particular, del mes de abril, pero lo que están mostrando los datos es que la recuperación es débil y penosa, con lo cual se hace aún más necesario que se concrete el programa de reactivación basado en cuatro pilares con diferentes mezclas de inversión pública y privada.