<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

¡Que viva la Feria!

Son 65 años de una tradición que vuelve a las calles para hacernos sentir orgullosos de esa cultura silletera, que espera conservar su espíritu más allá del espectáculo.

13 de agosto de 2022
bookmark

La tradición que ha engalanado a Medellín desde 1957 ha vuelto a las calles y con ella, la oportunidad para muchas familias de disfrutar las múltiples actividades que este año hacen parte de su muy jugosa programación. Los principales eventos de la Feria están abiertos al público, tras las restricciones que hubo el año pasado en medio de la emergencia sanitaria por el covid-19 y las de hace dos años, cuando prácticamente no hubo ninguna actividad masiva porque la ciudad estaba confinada.

Es también el momento para que la economía local tenga un impulso adicional que ya se refleja con la ocupación hotelera y la presencia de turistas de manera más copiosa en sitios de obligado paso para los visitantes, como el Pueblito Paisa, el Jardín Botánico, el graffitour de la 13, el Parque Arví, la Plaza Botero y, por supuesto, los centros comerciales, que por estos días reciben tantos visitantes que en algunos de ellos colapsan hasta los parqueaderos.

Según los cálculos de la Alcaldía de Medellín, la Feria podría mover en sus días de fiesta unos 30 millones de dólares y parte de esos recursos los reciben el comercio, los restaurantes y los bares de la ciudad, que en ciertos sectores, como Provenza, el Parque Lleras, la 70, la 33 y el bulevar de Castilla, pueden extender sus horarios hasta las 6 de la mañana. Para garantizar la seguridad, las autoridades han diseñado un plan que pone especial atención en aquellos puntos más neurálgicos, como el Centro, El Poblado y Laureles, y en los eventos masivos, con la presencia de 1.300 uniformados.

Que la Feria transcurra sin sobresaltos es lo mínimo que espera la ciudadanía y que las actividades tengan un control adecuado para evitar excesos de ruido, como los que ya se han denunciado en ciertos sectores que comparten vecindario con tablados. También es básico un adecuado manejo de las basuras (que en años anteriores fue impecable tras la culminación de los grandes desfiles, por ejemplo). Y tal vez lo más importante: que se respete a quienes son los protagonistas de esta fiesta, los silleteros.

Son ellos los que saben el sentido de la Feria y de su desfile. Para ellos es fundamental que esta alcaldía entienda que la de las silletas tradicionales es la categoría más importante por ser la que le da vida a la cultura silletera. Este año dicen que desde la Alpujarra recibieron la instrucción de dar un mayor espacio a las silletas monumentales y artísticas, pues, según el mensaje que recibieron de la Secretaría de Cultura, los extranjeros y turistas quieren ver silletas enormes.

Por la avenida del Río, lugar al que regresa el desfile este año, pasarán 170 silleteros tradicionales (hace cinco años eran 300) y cabe decir que, bajo la premisa de la actual administración, 25 de quienes preservaban la categoría más importante ahora se echarán en la espalda otro tipo de silleta. Ojalá la alcaldía abra un espacio de diálogo sobre este punto con los silleteros y se llegue a un acuerdo para que se priorice el espíritu y la cultura silletera sobre el show. Al final de cuentas no se puede perder de vista que la categoría tradicional resume ese espectáculo de las flores al natural.

Este fin de semana será de grandes aglomeraciones y de caos vial, así que es importante acatar la recomendación de utilizar el transporte público, incluido el Metro, que tiene horario extendido, y disponerse a disfrutar este nuevo renacer de las flores en la ciudad 

Hechos de talento
El empleo que busca en Antioquia está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Regístrate al newsletter