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Nvidia, ¿una burbuja?

Si Nvidia sigue manteniendo estos resultados, no parece probable que repita la historia de Cisco. No obstante, la historia a menudo rima por lo que es crucial estar atentos a ciertas señales.

02 de julio de 2024
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  • Nvidia, ¿una burbuja?

Hace apenas cuatro meses decíamos en estas mismas páginas que Nvidia, una ilustre desconocida para el ciudadano del común, se mostraba como una especie de nuevo milagro en el ecosistema tecnológico y, a punta de construir microprocesadores, se convertía en la tercera compañía más valiosa del mundo. Y hace pocos días se convirtió en la más valiosa, en bolsa, por encima de Apple y Microsoft.

Pero ahora comienzan a surgir las dudas, voces que llaman a la calma y se preguntan si puede estarse repitiendo el fenómeno de Cisco. En marzo del 2000, Cisco Systems, un fabricante de equipos útiles para el entonces joven Internet, superó brevemente a Microsoft como la empresa más valiosa del mundo, alcanzando la cúspide de una racha frenética apalancada por la fiebre de principios de siglo por todo lo que terminase en “.com”.

Cuando Cisco salió a bolsa en 1990, sus acciones multiplicaron su valor por 1.000 veces en los diez años que le siguieron, convirtiéndose en una de las compañías emblemáticas de la revolución del internet, que, según predecía el fervor de la época, transformaría todas las maneras en que se hacían negocios y, por qué no, la manera en que las personas comunes y corrientes vivían su día a día.

Dos décadas después, pocas personas reconocen a Cisco, y menos la recuerdan como una compañía que fue la más grande del planeta. Tan rápida como fue su subida, fue su caída: la empresa fue duramente golpeada por el colapso de la burbuja “dot-com”, en la que muchas de las compañías relacionadas con el internet se desinflaron luego de varios meses de eufórico e injustificado ascenso. Más de 20 años después, Cisco todavía existe, pero no ha estado ni cerca de alcanzar ese pico del año 2000.

El 18 de junio, Nvidia, la compañía el principal fabricante de los chips utilizados por las empresas que desarrollan modelos de inteligencia artificial (IA) Generativa como ChatGPT, superó a Microsoft como la empresa más valiosa del mundo. Es la primera vez que una empresa que no sea Microsoft o Apple ostenta el título de la empresa más valiosa desde febrero de 2019, cuando Amazon.com brevemente encabezó la lista. Hace cinco años, Nvidia ni siquiera figuraba entre las 20 empresas más grandes: su capitalización de mercado de $3.3 billones de dólares al alcanzar este hito es más de 20 veces lo que era en enero de 2020.

El éxito de Nvidia, claramente, no es fruto del azar: tiene mucho que ver con la expectativa global, y en particular en Wall Street, ante la revolución en productividad que prometen los nuevos avances en IA. Por eso, en medio de las celebraciones, muchas voces llaman a la cautela. Como lo muestra la “parábola de Cisco”, surgen varios paralelos preocupantes entre las expectativas extremadamente optimistas hacia los potenciales impactos de la IA generativa y las promesas incumplidas de muchas compañías de internet con valoraciones injustificadas en los años 2000. ¿Estamos ad portas de que se repita lo que ocurrió en la burbuja de principios de siglo?

Hay algunas señales que preocupan, pero otras que tranquilizan.

Entre las preocupaciones, destaca la división emergente en los mercados de capitales de Estados Unidos entre las compañías de tecnología vinculadas de alguna manera con la IA y las que no lo están. Según un análisis del Wall Street Journal, durante el segundo trimestre del año, las empresas relacionadas con la IA aumentaron su valor de mercado en un 14,7%, mientras que el resto registró una pérdida del 1,2%.

La revista The Economist ha acuñado un término para distinguir a estas compañías de mejor desempeño: los “magníficos siete”, que incluyen a Google, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla. Estas empresas han mantenido un rendimiento positivo y sostenido en los mercados, llevando a los índices bursátiles a máximos casi cada semana, mientras que las otras 493 empresas que forman parte del S&P 500 han tenido un desempeño mediocre.

El ratio CAPE, popularizado por el economista Robert Shiller para medir qué tan “caras” están las acciones en el mercado, está cerca de 36, un nivel que solo ha sido superado antes de los explosión de la burbuja a principios de los años 2000 y en 2022. Todo parece indicar que la bolsa se encuentra cerca a una corrección a la baja. Las acciones de Nvidia, después de convertirse en la compañía más valiosa, cayeron un 10% en valor en los días siguientes.

Sin embargo, en contraste con lo que ocurrió durante la burbuja de las “dot-com”, hay algunas señales que pueden generar tranquilidad. El ascenso de Nvidia está acompañado de ganancias y crecimiento en ventas impresionantes. En el último trimestre, los ingresos de Nvidia se dispararon a 26.000 millones de dólares, más del triple de la cifra del año anterior, mientras que las utilidades alcanzaron los 15.000 millones de dólares, más de siete veces superiores al año anterior. Ambas cifras establecieron récords trimestrales para Nvidia y superaron las expectativas de los analistas, algo que se ha vuelto habitual en cada entrega de resultados de la compañía.

Si Nvidia sigue manteniendo estos resultados, no parece probable que repita la historia de Cisco. No obstante, la historia a menudo rima por lo que es crucial estar atentos a ciertas señales.

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