Hace dos años, reflexionamos desde el ECOlab, nuestro laboratorio de innovación, sobre cómo continuar y elevar aún más el compromiso de EL COLOMBIANO con la sociedad frente al cubrimiento de las elecciones legislativas que vendrían en los meses siguientes.
Teníamos el compromiso ético, que no ha flaqueado desde nuestra fundación ni ante el poder ni ante el terrorismo ni ante la presión mediática, la honradez mental y metodológica de nuestros periodistas y, finalmente, el surgimiento de tecnologías inexploradas que abrían infinitas posibilidades.
Es así como en el 2014 iniciamos un ambicioso proyecto con el equipo del Área Política llamado Candidatos Transparentes, en el que primero nos preguntamos el porqué y el para qué, de nuestro trabajo periodístico y luego nos sentamos a pensar en el cómo. Bien dice Nietzsche: “Quien tiene un por qué para vivir, encontrará casi siempre un cómo”.
En el Manual de Estilo de esta casa periodística se narra cómo desde su nacimiento EL COLOMBIANO ha tenido un perfil espiritual que busca “contribuir al bienestar de la patria y llevar inteligencia a nuestros compatriotas”. Imposible cumplir este objetivo sin comprometerse con la verdad, sustancia fundamental del oficio del periodista.
En ese entonces nos alejamos de todas las maneras posibles de politiquería que trataban de conquistarnos y nos concentramos en encontrar dentro de la selva las propuestas políticas serias. Por eso nos enfocamos en realizar trabajos periodísticos profundos, invitar a expertos a diálogos con la audiencia, concretar alianzas con universidades para foros temáticos y lanzar una plataforma digital para hacer análisis comparativo de hojas de vida. Estrategias que hoy continúan. Por eso invitamos a los candidatos de cada municipio a que registren sus ideas y programas en la plataforma web de Candidatos Transparentes.
Hace una semana afirmamos en este mismo espacio: “El comportamiento, las actitudes, los acomodos y tumbos que tanto los líderes políticos como sus partidos llevan meses mostrando en Antioquia arrojan un panorama desolador. Una realidad que da grima frente a la cual solo nos queda manifestar una esperanza: que en las próximas elecciones regionales y municipales del 25 de octubre, los ciudadanos sean superiores a sus dirigentes, más éticos, más verticales y más consecuentes con la suerte del departamento, de su capital y de sus municipios”.
Las inscripciones están cerradas. Es lo que es. Ahora es el momento de presentar las propuestas de gobierno con la precisión suficiente que dé cuenta no solo de la responsabilidad que asumen sino también del grado de preparación que tienen para administrar los recursos públicos. Es inaudito que hoy aquellos que buscan ser elegidos solo expresen ideas que suenan a poesía de un infiel. Inaceptable. Pero también cada elector tiene la responsabilidad de conocer, comparar y evaluar las propuestas y exigir en el futuro a aquel que le entregaron la confianza del cargo, unos resultados basados en esas promesas.
Nuestra plataforma digital está lista ya para que los candidatos se inscriban y le hablen a Antioquia y para que los electores puedan tomar su decisión con responsabilidad, ya veremos quién le teme y quién no a las matrices comparativas.
La sociedad es cada vez más exigente y sofisticada intelectualmente, pues desea lo mejor para su comunidad, no es época de palabras bonitas sin fondo.
