En 1999 la TV se hacía con otras mentalidades. Ese año presenté Arriba Mi Barrio, en Teleantioquia. Se trataban temas que favorecían la convivencia y motivaran a un cambio de actitud frente a las diferentes problemáticas de las comunidades. Recuerdo un programa dedicado a la población afro descendiente. Mientras pasaban comerciales el director entró al set y nos dijo: necesito que esto sea más ameno, están muy quietos. Muestren esa pila que tienen los negros. Uno de los invitados le dijo que quería retomar la frase de la televidente que había dicho, al aire, que Dios como blanco nos aceptaba a todos por igual. Querían reflexionar, al aire, sobre eso porque era importante decirle al televidente que había discriminación, poniéndole un color a la piel de Dios. Nuestro jefe dijo: Rápido, no se detengan mucho en eso, que sigue el Mapalé.
En otra ocasión la invitada era una líder comunitaria que al quedar huérfana, adaptó la casa: en una alcoba puso espejos para enseñar danza y teatro, en otra una biblioteca para que los niños estudiaran, una más la llenó de cojines para hacer relajación y la sala y el comedor las convirtió en salón de estética capilar. Erika era un travesti y esto no era obstáculo para su trabajo. Al leer el libreto, todo lo que hacía referencia a ella, decía él. Les pregunté a mi jefe y a mi compañera: hay que nombrarla como ella. Me miraron con preocupación y no sabían qué responder. El día del programa le pregunté a ella y me dijo: Háblame en femenino, soy Erika.
Una vez me invitaron a un programa para que, como sicólogo, hablara sobre tríos amorosos, me preparé y antes del programa expuse los puntos a tratar, entre ellos la homosexualidad. Los presentadores de ese magazín no entendían por qué había que hablar de eso y prefirieron jugársela y hablar sobre la telenovela de moda.
La semana anterior vimos el escándalo por el humorista Roberto Lozano que se disfraza, se pinta y habla como afro para representar al soldado Micolta y hacer reír a la gente que goza con las diferencias del otro. La protesta justificada, no la agresión física a personas e inmuebles, dio por terminado el personaje. Ya era hora que ese canal entendiera que el buen humor es inteligente y no necesita poner en ridículo a los demás.
También asistimos a la noticia de la aprobación de la adopción por parte de parejas del mismo sexo, falta que aprueben el matrimonio, pero bueno, espero que a partir de ahora se equilibren las adopciones entre humanos y animales. Ya era hora que los canales se vieran en la obligación de hablar del tema, no poniéndolo en cuestión, esta vez, la ley lo dispuso y así lo tuvieron que informar.
Telemedellín tiene un programa Arco Íris, creado, presentado y dirigido por y para la población Lgbti, y nadie puede impedirlo.
Hace unas semanas venimos escuchando y viendo acontecimientos definitivos en nuestra historia y la televisión está siendo una vía para que sepamos de ello. Desaparecidos, ley de víctimas, justicia transicional, justicia ordinaria, perdón, olvido, entre otros.
El científico y creador español de la serie televisiva Redes - se las recomiendo-, Eduardo Punset, afirma que cualquier tiempo pasado fue peor. Tiene razón, espero que estos ejemplos sirvan para creer que es posible pensar que va a ser posible vivir en este país con seres que evolucionan y medios que ayuden a entender la realidad humana y no a enredarla más.