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Periodista y editor de textos
Por Juan David Villa
Preguntan los lectores
Juan Fernando Vanegas. Buenas tardes, Juan. Un aparte de un editorial, de este periódico, dice: “China, tan opaca en su rechazo a la invasión de Ucrania, le advirtió (refiriéndose a Putin) que cuidado con usar armamento nuclear sobre ese país”. Mi duda: ¿ese país se refiere a China o a Ucrania? Pienso que debería ser este país. Gracias.
Juan Fernando, tu opción es más clara porque el demostrativo este más claramente se refiere al elemento cercano a sí mismo: Ucrania está más cerca (más cerca que China) de la secuencia (sintagma) ese país. Mientras que el demostrativo ese puede darnos a entender que se refiere al elemento más lejano respecto de dicha secuencia dentro del discurso (China). En otras palabras, este se conecta mejor con Ucrania, mientras que ese se conecta mejor con China.
Ahora bien, yo entiendo estas relaciones que acabo de analizar en el texto del colega: dentro del contexto, entiendo que ese tiene que referirse a Ucrania, entre otras cosas, porque sé que Rusia no va a atacar a China, sino a Ucrania. El contexto me lo explica. Pero los lectores no siempre conocemos el contexto de aquello que nos están contando. Así que me voy con tu redacción.
Guillermo Valencia. En la edición impresa del 20 de julio del presente año (página 35), en la crónica del partido del DIM con San Lorenzo, dice: “El DIM salió a buscar remontar el 1-0 en contra, pero zucumbió en el intento”. La manera correcta del verbo es sucumbió. Si el redactor no tiene conocimiento en la ortografía correcta, no debe utilizar palabras tan rebuscadas como esta.
Guillermo, como ya les he dicho varias veces, lo obvio es muy peligroso en la edición de textos. Si yo como editor paso muy confiado sobre una palabra, sin poner bien la mirada, el cerebro me traiciona y me hace ver sucumbió donde dice zucumbió. Sin embargo, este es un error especialmente difícil de entender, por cuanto el mismo Word hace el cambio solito, sin yo indicarle nada. Y cualquier corrector automático lo señala con rojo. Porque el verbo es, en efecto, sucumbir, del viejo latín succumbĕre. Queridos lectores y lectoras, no se imaginan cuánto duele ver un error en un texto propio. Es el demonio de la edición. Ahora, cualquiera se equivoca: lo importante es aprender y corregir (nada más humano que el perenne cambio). Ojalá El Colombiano tuviera una pequeña sección oficial sobre fe de erratas y gazapos propios.
Curiosidades del idioma
“La tercera es la vencida”
Aunque otros dicen que la vencida es la quinta. Confieso que no sé si este sea el origen de este dicho. Tengo mis dudas. Una de las explicaciones que conozco la ofreció el viejo filólogo jesuita Esteban de Terreros. Según él, alude a la tercera línea del Ejército romano, tan temido que era. Porque en esa línea estaban los soldados más veteranos, hábiles y valientes. Entonces, si el enemigo pasaba la primera línea y luego la segunda, pues quedaba la tercera para vencerlo: ad triarios ventum est.