Obra: Baños Roma. Grupo: Línea de sombra, de México.
El pretexto es caminar tras las huellas de un boxeador retirado, de su historia, de su gimnasio del que se desprenden otras historias que se conectan bien a través de la geografía: Ciudad Juárez, una urbe otrora signada por la violencia de género, otras por el relato en voz plural de las microhistorias y también microgeografías de ciudad, y el trasunto del tiempo, sinfín arrollador.
El dispositivo escénico da cuenta de cámaras obturadas captando el momento de la escena, con relatos de los personajes que generan atmósfera de persecución y miedo, emplazadas en un gimnasio que poco a poco se va construyendo con los bultos donde los actores, convertidos en púgiles golpean incesantemente con puños y voces y básculas por doquier que sirve de ilustración para ir demarcando las diferentes categorías del box, desde el peso paja al peso pluma, el wálter, el medio hasta el pesado sin límite de peso. Nuestro personaje es Mantequilla Nápoles, quien se enfrentó a Carlos Monzón y da pie a un relato de Julio Cortázar, autor de Último round, que compila relatos referidos al tema y que de paso sirve a la narración de la acción dramática.
A caballo entre las dramaturgias contemporáneas, sobre todo la llamada narratología de corte mejicana, que a la par que describe la cartografía de los diversos espacios y acciones físicas de los personajes, alude al tiempo y situación del drama. El corte de cámara indica el punto de vista del espectador, no solo amplifica en pantalla el mínimo gesto y el pequeño detalle, como los trazos imprecisos de la memoria que con lujo de detalles reconstruyen aquella antigua ciudad Juárez, paraíso y burdel del jet set hollywoodense, desde John Wayne hasta Marilyn Monroe y sus recordados, y echados al olvido, cabarets y discotecas, grilles y pubs; prostíbulos renombrados y sitios de baile de grandes orquestas, que son acicate para la memoria y el recuerdo de Santiago de Cuba, lugar de origen de Mantequilla. La imagen proyectada, recurso bien utilizado, reconstruye momentos de nostalgia de la vieja gloria del box. Teatro de pesquisa que sabe dar tratamiento escénico a lo investigado. Teatro físico en el mejor sentido del término pues de combate se trata, y teatro para los sentidos, con una partitura musical.
Actores que con naturalidad cuentan su historia personal y la de los personajes, como la escena en que actriz deviene en la mujer del boxeador, Berta Navarro. Las bolsas de entrenamiento se prestan para una danza aérea de dos actrices que simulan el pool dance, para caer en la lona descorriendo el subtema de la pieza, los crímenes de mujeres en esta tierra norteña. Xenofobia, homofobia, misoginia, subyacen en el drama. Tras cada golpe el cerebro se reciente, así con el box como metáfora se anuncia el fin de lo humano, tras cada crimen el cerebro de humanidad se resquebraja, sangra.
Nota: Esta obra se presenta hoy, 4:00 p.m. en el teatro Camilo Torres, U. de A. Entrada libre, gracias a El Gesto Noble, Festival de Teatro de El Carmen de Viboral, que terminará el lunes.
