La pregunta no es si se trata o no de una tregua corta. La pregunta es ¿qué debe hacer el Eln, que sea suficiente y necesario, para que el Gobierno reabra la mesa de diálogo?
Cuando entrega el gobierno Santos al gobierno Duque, hay un proyecto de tregua bilateral avanzado en un 90 %. Y el gobierno Duque no lo tiene en cuenta. Había una mesa y una agenda, con legitimidad interna e internacional, que el gobierno Duque ha desconocido. Se exigieron unas liberaciones en Arauca, que se hicieron, y no le sirvieron. Se pidió liberar a seis retenidos -yo no digo secuestrados, porque fueron tomados en acciones de guerra- en Chocó, y tampoco sirvió eso. El Eln mantiene a sus delegados en Cuba, esperando, y no hay respuesta del Gobierno. Ahora hay una tregua, no importa si es corta o si es larga.
Entonces, la pregunta es ¿qué le satisface al Gobierno para que se siente? Y la respuesta es que pareciera que no lo llena nada. Son 17 solicitudes las que ha hecho, de todo tipo. La mesa no la rompe por la presión internacional, en especial de Alemania y del FMI. Esta tregua es un gesto más de una serie de gestos del Eln. Esa guerrilla, que ya tenía una mesa y un proceso, no se puede devolver a cero. La paz se está reduciendo al tema del secuestro, que es muy grave, pero no es el único asunto. ¿Cómo le pide usted una tregua a una guerrilla si usted no desescala sus acciones militares? Hay mala leche y arrogancia en el Gobierno. Y, así, lo que puede resultar es que se vuelva a condiciones de conflicto armado abierto.