El reto más grande que tenemos en el país frente a la sostenibilidad es educar a las comunidades y adquirir datos y conocimiento científico que nos permitan tomar decisiones correctas, únicas y específicas frente a cada uno de los territorios.
El conflicto armado no había permitido que tuviéramos esa información. Desde hace diez años, en el Ideam, montamos un sistema de monitoreo que nos permitió conocer el problema de la deforestación, proyectarlo en el tiempo y tomar decisiones para contrarrestarlo. Entre los años 2015, 2016 y 2017 esta se disparó 23 % anual por el fenómeno del acaparamiento de tierras por personas que llegaron a la Amazonia, el Pacífico y otras regiones a apropiarse de los baldíos del Estado.
Desde el Ministerio tomamos la decisión de quebrarle el cuello a esta situación y lo hemos logrado un 7 %. Para ello, en el Plan Nacional de Desarrollo, creamos el Consejo Nacional de Lucha Contra la Deforestación y los Crímenes Ambientales, instalado el pasado miércoles por el presidente de la República. Este reúne Fiscalía, Procuraduría, Policía, Fuerzas Militares y ministerios para, de manera integral, intervenir los territorios con planes sociales, ambientales, educativos y de control policial.
