En Bolivia se dio durante el fin de semana un golpe de Estado, bandas organizadas por la oposición promovieron actividades violentas que llevaron a la renuncia del presidente Evo Morales y a su posterior salida hacia México.
La renuncia fue precedida por la exigencia que la cúpula de las Fuerzas Armadas le hizo al presidente Evo Morales para que se retirara del poder.
Detrás de una disputa sobre los resultados electorales y en los cuales nadie niega la victoria de Morales, aparece un plan de desestabilización, preparado minuciosamente, en el cual participan reconocidos líderes que han defendido las más crudas políticas neoliberales y también agentes de Estados Unidos, cuyo gobierno nunca ha cesado de intentar recuperar el control de ese país.
Esperamos que el pueblo boliviano busque la mejor manera de resolver sus asuntos internos y que esta solución sea pacífica, preserve los derechos democráticos y las conquistas sociales y económicas de la población. Que se preserve la soberanía nacional y la libre autodeterminación de Bolivia.
