Estuvimos en la reunión con el presidente de la República, una de las habituales que se tienen y que acordamos se harán cada 15 días. Tocamos temas de agenda legislativa, como reforma a la justicia, leyes anticorrupción, de regalías, ley de financiamiento, muchas más. Reiterando el apoyo a la gestión del presidente y del Gobierno que ayudamos a elegir, y la importancia de las comunicaciones entre el Gobierno y el Congreso, no solo con su bancada. Por ejemplo, la ley de financiamiento se pudo haber conversado y discutido previamente con la bancada, para haber expresado las opiniones del partido, pero ya eso es prueba superada. Las relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso son bien diferentes. Son de carácter profesional, de respeto por la autonomía de cada cual. Hay ministros muy inexpertos en materia política, no saben cómo funciona el Congreso, al que hay que aproximársele no con clientelismo y mermelada, sino con respeto, en términos académicos. Es una relación necesaria. Pero hay que darles tiempo a los ministros, apenas llevan 100 días, recibieron enormes problemas.
Se equivocan los que dicen que el Gobierno no tiene manejo en el Congreso, ¡es que ningún Gobierno tiene por qué manejar el Congreso! Son poderes públicos independientes. Lo que pasa es que la oposición no ha podido darse cuenta de que no ganaron las elecciones.