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Columnistas | PUBLICADO EL 13 septiembre 2019

Verdades incómodas

Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZramirovego@gmail.com

En Chocó hay formas de esclavitud para las mujeres y sus hijos, sometidos a grupos violentos, denunció en entrevista el Nuncio Apostólico, Luis Mariano Montemayor.

Sus palabras no recibieron atención, pero retratan lo que sucede en esa Colombia que todos los gobiernos se resisten a atender.

Y es que en aras de ganar la paz en esas regiones, quiero referirme a tres aspectos esenciales.

Las palabras del Nuncio llaman a la reflexión. Con claridad pide que dejen de torpedear la justicia transicional. Muchos de quienes la atacan una y otra vez se llaman católicos aunque se proveen una extraña licencia de credo para llamar a la violencia cuando es de su conveniencia. El Nuncio Montemayor fue claro.

E insiste en un tema clave para el resurgimiento de grupos armados ilegales en áreas que dejaron las Farc tras el acuerdo de paz. Nunca en la historia de Colombia ha habido un solo gobierno capaz de llevar la presencia del Estado a los territorios más apartados o a aquellos que parecen quedar fuera del desarrollo.

Dada nuestra visión guerrerista, han entendido que la presencia se limita a policías y soldados. Abandono que es semilla para el nacimiento de más actores violentos.

Ese olvido y esa incapacidad estatal por asumir territorios (a veces con segundas intenciones) se refleja en otro hecho: el incumplimiento a los campesinos que se sometieron a sustituir cultivos ilícitos. Meses esperando insumos y dineros para acoger actividades productivas legales y asesoría efectiva para poder vivir de ellas. Tarazá en Antioquia, Suárez en Cauca, Jamundí en el Valle, solo tres ejemplos. Y los campesinos han tenido que volver a la coca, a veces presionados por ilegales. De algo tienen que vivir.

Ante el rearme de algunos guerrilleros, la mayor parte del país, que desea la paz, salió en apoyo de los más de 11.000 excombatientes que siguen desmovilizados. Pero también tienen de qué vivir y las ayudas y programas del Gobierno se han demorado en muchas de las zonas de concentración. Hay ejemplos increíbles de superación y generación de empresas que requieren apoyo de los empresarios y los colombianos. Mas debe entender el Gobierno que es urgente darles tierras para que se establezcan de manera definitiva y prosigan su vida.

Esto no se ha logrado.

Tres frentes que requieren acción pronta si se quiere conquistar la paz y dignificar la vida de millones de colombianos olvidados en pleno siglo 21.

Maullido: En el actual gobierno local van más de 2200 homicidios. Sobran explicaciones.

Ramiro Velásquez Gómez

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