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Columnistas | PUBLICADO EL 02 julio 2022

Sobre entendimientos

Que en este país, tan de brechas y prejuicios, nos estemos encontrando, ya es construir un alma colectiva, un estar aquí y vernos crecer en situación de dignidad.

Por José Guillermo Ángel R. - memoanjel5@gmail.com

Estación Punto de Encuentro, a la que llegan enamorados (si llueve, bajo paraguas), hombres y mujeres que miran el reloj o escriben algún mensaje en el celular, gente con un paquete para entregar, algún perro que olisquea zapatos, cierta persona que pregunta por una dirección, otros que se abrazan al encontrarse, el que se equivoca de día y hora y acepta que ahí mismo se verán mañana; están también allí dos a los que no les cumplieron, pero aprovechan para conocerse; un hombre gordo que lee un periódico, una muchachita que revisa una libreta, dos mujeres gordas que se miran y miran a todas partes; en fin, la estación se va llenando de gente que reconoce o busca ser reconocida y que, además de lo que lleva puesto y carga, tiene palabras para ser dichas. Las palabras son el encuentro, el puente. Y cuando se dan entre dos o más, el fin de la lejanía.

Escribía Baruj Spinoza que el entendimiento era la razón (la posibilidad de entender en orden) del alma. Y que esta funciona de acuerdo con lo que va entendiendo y se vuelve conciencia (carencia de dudas). Pero no es ella sola la que funciona por sí, pues cualquier realidad necesita de dos o más para ser construida (igual que la verdad). El alma se apoya en lo dicho por otros, en los hechos vividos o sabidos, y al final, luego de sumar vivencias y datos, saca agua de su propio pozo (como diría Séneca), es decir, entiende ya por sí misma, relaciona y entra en contacto con lo que existe, que no solo son las cosas, sino el contenido de las palabras que propician el encuentro. Siendo este encuentro, en última instancia, el contenido de lo que vivimos y hacemos vivir a otros.

Que en este país (tan de brechas y prejuicios) nos estemos encontrando, ya es construir un alma colectiva, un estar aquí y vernos crecer en situación de dignidad, lo que implica colaborarle al que hace, salir de los miedos (para eso son las aclaraciones de la verdad) y tener un lugar propio para hacer de la vida algo que valga la pena. Que nos encontremos, que demos primacía al entendimiento, ya es un buen punto para que el país comience a existir como sitio para construir patria (patrimonio moral, intelectual y económico), sociedades más viables e ideas adecuadas de acuerdo con lo que sucede en relación con el planeta, la economía colaborativa y la preservación de la naturaleza. Supongo que algunos se ríen con lo anterior, pero no hay que reír, sino mirar y hablar para entender. La risa es para la fiesta.

Acotación: La historia no es una continuidad, sino una serie de rupturas. Por eso existen las épocas, las buenas y las malas, las pactadas y las que son obligadas para no caer al abismo. Las que construyen alma 

José Guillermo Ángel

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