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Columnistas | PUBLICADO EL 04 septiembre 2022

Preocupante porvenir

En este gobierno del presidente Petro se observa el criterio de que todo lo realizado es negativo y que poco o nada merece conservarse, como si se debiera hacer tabla rasa para levantar una nueva nación.

Nuestro país ha tenido a lo largo de su historia diferentes crisis que han dejado huellas profundas.

Triste recuerdo dejaron las guerras civiles del siglo XIX y la violencia del XX, en las que miles de colombianos perdieron sus vidas en una serie, que parecía interminable, de enfrentamientos entre facciones.

En el siglo anterior y el presente las guerrillas y los otros grupos de alzados en armas contra la autoridad legítima han sido responsables de desplazamientos, secuestros, asesinatos individuales y colectivos, reclutamientos forzados y toda clase de delitos execrables que aun hoy, trascurridos 22 años del siglo XXI, nos ensombrecen y avergüenzan ante propios y extraños. El narcotráfico y la corrupción siguen tan activos y campantes como nunca se ha visto.

Pero en medio de toda suerte de dificultades el país ha mejorado sus condiciones de vida, nuestra economía ha crecido y la salud y la educación se han extendido a casi la totalidad de la población.

De allí que sea tan importante construir sobre lo construido, sin destruir lo que ha costado esfuerzos y sacrificios de varias generaciones.

En este gobierno del presidente Petro se observa el criterio de que todo lo realizado es negativo y que poco o nada merece conservarse, como si se debiera hacer tabla rasa para levantar una nueva nación surgida el 7 de agosto de 2022.

Preocupa, por ejemplo, que se haya llamado a calificar servicios a más de 53 generales de la Policía y las Fuerzas Militares, precisamente los que tenían mayor experiencia y conocimiento de los problemas de seguridad y del orden público. La desorganización, desmoralización y desconcierto de las fuerzas armadas es evidente

Angustia ver que a estas horas el país no sepa a qué atenerse en materia de relaciones internaciones; ¿será cierta la versión de una aproximación al eje Rusia, Irán, Cuba, Nicaragua y Venezuela?

En cuanto a una supuesta reforma agraria, o “democratización” de la propiedad de predios rurales, es grande el desconcierto que se ha introducido entre campesinos y empresarios por la falta de definiciones claras sobre esta materia. El sector agrario no sabe a qué atenerse.

Por lo pronto, incitados por tanta palabrería demagógica, se están presentando las invasiones de fincas, frente a lo cual el gobierno ha tenido una débil y equívoca reacción.

¿Qué decir de la reforma tributaria anunciada con bombos y platillos? ¿Estará destinada, según el presidente, a recaudar 75 billones o será reducida a 25 billones? Los sectores productivos están nerviosos por los daños subsiguientes a la economía.

¿Qué pasará con la extradición, el narcotráfico y los narcocultivos ahora que se ha anunciado el cambio radical del modelo de combate a esta problemática?

Son muchas las inquietudes de los colombianos en relación con este gobierno.

¿Será que el país ha entrado ya a un cuatrienio de graves dificultades?

Post Scriptum: La semana pasada fuimos informados —que no sorprendidos— de la denuncia sobre el programa de alimentación para la población vulnerable de la administración Quintero, en la que se estaba pidiendo una mordida del 10 % (3.500 millones de pesos)¿Ya abrieron la investigación los entes de control?  

Bernardo A. Guerra Hoyos

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