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Columnistas | PUBLICADO EL 18 febrero 2020

Por la nariz también muere el pez

Rocío Arango Giraldoarangogiraldo@gmail.com@RocArangoG

Además de la corrupción, la contaminación es el más caro de los impuestos que pagan los pobres a nivel mundial. Según un reporte publicado en mayo 2018 por la Organización Mundial de la Salud, “nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado, lo que provoca 7 millones de muertes en el mundo cada año”, de las cuales más del 90% suceden en países con ingresos medios y bajos en el Sudeste Asiático, África y América Latina, y el 60 % corresponden a mujeres y niños.

El asunto es el principal reto en salud pública mundial, que se asocia a enfermedades cardiorrespiratorias que terminan siendo costosos en un sentido económico, muy caras para nuestros países. La contaminación en general es del grupo de tres veces más la cantidad de muertes por malaria, tuberculosis y Sida. Incluso, la Revista «Environmental Health Perspectives», publicó en 2019 un artículo basado en datos de 16 países, según los cuales se relacionan la contaminación del aire con una variedad de problemas de salud mental.

La Comisión sobre Polución y Salud de la revista especializada ‘The Lancet’, señala que en 2017 el costo asociado con la producción económica a nivel mundial fue del 6.2 %. Además, por causa de la contaminación del aire se reducen en promedio 20 meses de esperanza de vida de los niños que nacieron en 2017. Lo que afecta gravemente el crecimiento económico y la lucha contra la pobreza de regiones como la nuestra.

Únicamente con la reducción del efecto en contaminación del aire, se podría salvarle la vida a más de 1 millón de personas en el mundo hasta el 2050. Colombia es el segundo país de Latinoamérica con más contaminación del aire, con un promedio de 19.000 muertes anuales en todo el territorio. Eso dijo en 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cerca del 80 % de las fuentes contaminantes del aire, están asociadas a la quema de combustibles fósiles como la gasolina, que mueve principalmente el tráfico vehicular.

¿Qué hacer?

Nuestra principal contribución como ciudadanía es disminuir el uso de emisiones de gases contaminantes a causa de combustibles fósiles como la gasolina o la madera.

¡Parémosle bolas” a los llamados de atención por la calidad del aire en Medellín, miren que el pez también muere por la nariz!.

Si quiere más información:

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