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Columnistas | PUBLICADO EL 11 agosto 2020

Minciencias

Por juan camilo quinterojuanquinterocti@gmail.com

Hace 8 meses nació el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación –Minciencias-, institución anhelada por muchos y vista por otros como un mensaje nacional de reivindicación de la CTi en el contexto Nacional. Un paso importante en el gobierno del presidente Duque que todos hemos aplaudido.

Sin lugar a dudas, un país que quiera prosperar debe tener la educación y la CTi como prioridad, no solo desde la institucionalidad, sino también desde sus presupuestos, binomio que claramente funciona dependiente el uno del otro. Lo que se vislumbra del inicio de Minciencias, es que arranca con muchas falencias.

Desde hace varios años hemos sugerido, quienes hemos estado inmersos en la comunidad de CTi de Colombia, la importancia de alcanzar el 1 % del PIB invertido en CTi. Algo en lo que no debemos desfallecer, por supuesto no siempre mirando hacia los recursos públicos, sino estimulando al sector privado para que invierta más, papel que debe estar en cabeza de la nueva ministra de la mano de sus colegas de cartera en Minagriculura, Mintic y Micit, entre otros.

La llegada de la ministra Mabel Torres generó mucha ilusión. Mujer, científica, proveniente de una zona que adolece de representantes que ponga el foco en la gente más necesitada, que la comunidad científico-tecnológica aplaudió en su momento. Que hoy, sin embargo, se encuentra en medio de un debate de grabación de conversaciones al peor estilo de las chuzadas del DAS. Con retractación de un comunicado de prensa y en una pésima relación con la comisión sexta del Senado encargada de su control político. Valga mencionar que en Australia, India, Nueva Zelanda, Japón y Singapur los responsables de la ciencia, además de ser técnicos, tienen cierto perfil político, lo cual debe llevarnos a la reflexión que un ministro debe tener múltiples competencias para proponer técnicamente, liderar, gerenciar, llevar a consensos y orientar el camino trazado para el bien de una comunidad y la Nación.

De otro lado, la reducción presupuestal para el año 2021 es probablemente un tema de percepciones si ponemos los ojos solamente en el presupuesto de Minciencias. Esto porque del otro lado vemos la caja que tiene Mintic con Innpulsa, Mindefensa, Minagricultura, etc. para ciencia e innovación en proyectos de su interés. Situación que resalta, no solamente la falta de integración de una estrategia clara de país, sino también la poca representatividad y liderazgo de la cartera que lidera la doctora Torres para lograr una única orientación presupuestal hacia un objetivo nacional concertado con los otros ministerios y validado por los diferentes ecosistemas regionales de CTi y los comités Universidad-Empresa- Estado.

Sin temor a equivocarme, las inversiones mineroenergéticas que vienen serán muy importantes en los próximos años, según declaraciones del ministro de Minas y Energía Diego Mesa, suman más de $35 billones, hecho que debe enfocar los esfuerzos de la ministra para articular una buena estrategia de orientación de las regalías que llegarán, y las cuales se deben gerenciar con todo rigor y eficacia.

Tal vez los escasos 7 meses que tiene la ministra en su cargo la lleven a reflexionar que todavía tiene espacio para dialogar, concertar y liderar una nueva historia que contar alrededor del CTi en Colombia. Sin lugar a dudas tiene una enorme oportunidad de sacar su cartera de un debate político, quizás con razón, pero poco tiempo le queda para dejar una ruta que inspire cómo construir una sociedad del conocimiento y atender los retos de la Cuarta Revolución Industrial.

Juan Camilo Quintero

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