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“Las mujeres nunca se han rendido y han sido capaces de recomenzar, de recuperar la vida social, a pesar de todo y contra todo”, escribe la Comisión de la Verdad.
Por mariana díaz kraus - Comunicaciones.wic@womeninconnection.co
Soy parte de la generación que nació en medio del conflicto armado en Colombia y he trabajado por entender las cicatrices de la guerra. Por eso, me he dedicado a encontrar las formas como la ciudadanía puede transformar su realidad y especialmente sobre cómo las mujeres pueden reconstruir el tejido de una sociedad que se dividió en mil pedazos.
“Las mujeres nunca se han rendido y han sido capaces de recomenzar, de recuperar la vida social, a pesar de todo y contra todo”, escribe la Comisión de la Verdad en su informe Vidas en reexistencia. Desde esta premisa nació el proyecto Nuestras voces, liderado por Movilizatorio una organización de la que soy socia y directora, que busca empoderar a la ciudadanía para construir un mundo social y ambientalmente equitativo.
Este fue un proyecto en el que encontramos colectivos de mujeres víctimas del conflicto armado y colectivos de mujeres excombatientes de territorios como Serranía del Perijá, Montes de María, Bogotá y Medellín. Las juntamos en un mismo espacio y recogimos sus demandas y propuestas para una construcción de paz que respondiera a sus necesidades actuales, que sin duda han cambiado desde el Acuerdo de paz firmado en 2016.
Estas propuestas fueron recogidas en una única agenda ciudadana que movilizó a casi 900.000 personas y envió más de 2.200 correos electrónicos para que tomadores decisión incluyeran los puntos de esta agenda en su trabajo del cuatrienio. En análisis posteriores, pudimos evidenciar que 14 de los 16 puntos de esta agenda fueron incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026.
Lo más importante del proyecto fue que dejamos una capacidad instalada para que las mujeres pudieran promover estas demandas en sus territorios y que en el futuro pudieran actualizar estas peticiones con sus necesidades específicas. Esta fue nuestra forma de aportar por un futuro donde ellas siguieran construyendo el tejido social de las comunidades que apuestan por la paz todos los días.
Estas mujeres hoy son agentes del cambio, trabajaron en conjunto por una misma causa y aportaron para tener una Colombia más pacífica, justa e incluyente. Ahora estoy segura de que la paz se construye creando caminos para la no repetición y empoderando a una ciudadanía para que pueda pedir y exigir. Del lado de Movilizatorio, seguiremos buscando tener los canales abiertos para que los gobiernos siempre escuchen, respondan y creen planes para las demandas ciudadanas.
De mi lado seguiré trabajando por que las nuevas generaciones conozcan las cicatrices del conflicto armado en Colombia desde un lado constructivo, garantizando que la memoria no quede en el olvido y sobre todo para que veamos un futuro esperanzador y un país en paz.