Síguenos en:
x
Columnistas | PUBLICADO EL 11 febrero 2019

LOS GENIOS DEL RÍO

Por Fernando velásquezfernandovelasquez55@gmail.com

Con mucha tristeza han sido vistas las fotos y videos difundidos esta semana, que dan cuenta del estado en el cual ha quedado durante varios días el caudaloso y contaminado Río Cauca –que con una longitud de 1350 kilómetros recorre siete departamentos y 180 municipios– hasta convertirlo en un insignificante riachuelo de aguas cristalinas. Por todos lados peces muertos, sedimentos agónicos, inmensas playas, lagunas, pescadores sin alimento y comunidades afectadas, flora sin agua, etc.; un enorme caudal hídrico que ha perdido su funcionalidad desde el punto de vista biológico, produciéndose una catástrofe que nunca será superada y afecta a millones de seres.

Este desastre no es aislado porque forma parte de una cadena de afectaciones desencadenadas por la forma irresponsable como se ha emprendido la construcción de la gigantesca presa de Hidroituango, como estas: la no recolección de materiales vegetales y el taponamiento de los túneles; la inundación de la casa de máquinas con daños incuantificables; los daños a las paredes de la montaña por la utilización de explosivos; la inundación de poblados y el desalojo de sus habitantes; los deterioros a viviendas y obras de infraestructura; la tala de bosques centenarios indemnizados, de forma miserable, a los campesinos para levantar las redes, por donde se conducirá el cancerígeno fluido eléctrico; y, para acabar de ajustar, la venta de los activos de EPM para financiar el desastre a costa de los dineros del erario, etc.

Por supuesto, volver a llenar el río después de que la cota alcance los 401 metros no es tarea fácil porque no se trata solo verter agua a los caudales, como quien atiborra un pozo con el líquido, porque la vida de ese gran caudal ha quedado estropeada para siempre; por eso, no deben llamar a engaños los anuncios hechos a los cuatro vientos por parte de los magos de moda, cuando sacan conejos del sombrero y posan de “defensores” del medio ambiente y “adalides” de la ecología, con un lenguaje frío y calculado que invita a que se les venere y admire por su supuesta audacia e inexistente arrojo salvador.

Semejante hecatombe, entonces, invita a que actúen todos los organismos de control –en especial la Fiscalía General de la Nación– porque se ha producido un grave daño a los recursos naturales, una posible conducta dolosa prevista en el artículo 331 del Código Penal con penas de prisión y multas muy elevadas, para sancionar a quien “con incumplimiento de la normatividad existente destruya, inutilice, haga desaparecer o de cualquier otro modo dañe los recursos naturales a que se refiere este título, o a los que estén asociados con estos”; esos comportamientos se agravan cuando sus autores afectan “ecosistemas naturales, calificados como estratégicos que hagan parte del Sistema Nacional, Regional y Local de las áreas especialmente protegidas” o “cuando el daño sea consecuencia de la acción u omisión de quienes ejercen funciones de control y vigilancia”.

Por supuesto, ello también invita a debatir el sesudo estudio del Dr. Modesto Eusebio Portilla Gamboa, Profesor de Geociencias de la Universidad Nacional, quien en su informe fechado el cinco de diciembre de 2018, ha hecho afirmaciones tan contundentes como aquella según la cual “de acuerdo al estado de avance continuo del deterioro del Macizo Rocoso, soportado por las observaciones de las condiciones superficiales y en profundidad de la montaña derecha del muro de Hidroituango, así como en los argumentos presentados en el componente Geotécnico del presente informe, se puede afirmar que dicho Macizo está discurriendo a la falla y que es perentorio el desembalse de la represa hasta los niveles normales del río Cauca” (pág. 245).

Semejante conclusión, inserta en un informe científico riguroso, no puede pasar desapercibida porque los argumentos del académico hacen pensar en el sombrío desenlace que muchos ahora temen y que no se puede disipar a punta de los discursos salvadores que pronuncian los arúspices, sino con pruebas irrefutables que lo desvirtúen.

Si quiere más información:

.