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La noticia no puede ser mejor para los lectores de periódicos y los periodistas de todo el mundo: el diario The New York Times superó los 5 millones de suscriptores, una cifra jamás alcanzada en sus 168 años de vida.
Este logro histórico se consiguió gracias a un inusitado aumento en el número de nuevos suscriptores digitales: más de un millón, durante 2019. También, gracias a dos exitosos productos editoriales: una plataforma de cocina, conocida con el nombre de «NYT Cooking», y otra de crucigramas, llamada «NYT Crossword». A ellas se suma esta semana un nuevo sitio dedicado a la crianza de los hijos, llamado «Parenting».
El aumento de suscriptores es una de las metas que se trazaron los editores del periódico cuando lanzaron en 2011 el servicio de suscripciones digitales pagadas. Para el 2025 esperan llegar a 10 millones. Hoy, el Times tiene 3 millones 400 mil usuarios que pagan por sus servicios en línea y cerca de 900 mil suscriptores a la edición impresa.
El récord alcanzado por el tradicional periódico neoyorkino ―fundado en 1851― confirma las palabras de Michael Greenspon, su gerente de licencia e innovación, según las cuales “las suscripciones digitales son el futuro de los periódicos”.
Greenspon dijo en 2019, en una conferencia de la Sociedad Interamericana de Prensa ―SIP―, que aunque piensa que los periódicos impresos tienen un gran futuro por delante, cree que las suscripciones digitales son “el futuro”. “El modelo de publicidad no va a ser suficiente para mantener un negocio periodístico” advirtió. “Por eso es necesaria la captación de lectores a través de la suscripción”.
Para lograrlo, la estrategia es invertir en periodismo de alta calidad. Solo así los periódicos pueden ofrecer contenidos dignos de ser cobrados. Por eso The New York Times ha tomado decisiones inusuales:
En vez de reducir su planta de periodistas, la ha fortalecido. En 2018 contrató a 120 nuevos periodistas. Su redacción cerró el año con 1.600 reporteros de planta. Hoy, el periódico tiene unos 1.750 periodistas trabajando en más de 160 países... acompañados por 600 ingenieros que los asesoran en el uso de herramientas digitales.
En vez de comprar estaciones de radio y cadenas de televisión, vendió las que tenían y concentró todos sus esfuerzos en mejorar el contenido y la calidad tanto del periódico impreso como de su versión digital.
En vez de prestarse a los intentos de manipulación de la opinión pública a través de la difusión de noticias falsas y de ser una caja de resonancia de las redes sociales, se ha mantenido firme en la defensa de la verdad y el interés público. Por eso se ha ganado el odio de gobernantes sin escrúpulos, como el presidente Donald Trump, quien ha calificado al Times como “enemigo del pueblo”.
En vez de hacer aparecer la propaganda pagada como si fuera información y congraciarse con el presidente de turno, ha preservado la independencia y se ha mantenido libre de influencias externas. Esto le ha costado al Times la furia desatada de Trump: en octubre, canceló su suscripción y ordenó hacer lo mismo a las dependencias de la Casa Blanca y el resto del gobierno “para ahorrar gastos”.
¡Vaya una paradoja! Hay quienes dicen que con estos ataques, Trump ha hecho más por The New York Times que los más reputados gurús del mercadeo: hoy los lectores buscan en sus páginas la seguridad de la información contrastada y crítica con el poder que siempre lo ha distinguido, en vez de consumir la basura que le ofrecen las cadenas televisivas y las redes sociales vendidas al magnate.
Por eso celebro estos logros de The New York Times. Son la mejor noticia para miles y miles de lectores y periodistas del mundo, agobiados por la desaparición de tantos periódicos.