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Liderazgo para
tiempos de incertidumbre
Esos nuevos liderazgos posibilitarían una nueva oposición que no se quede en la perversa polarización y la intolerancia que hemos visto en otros países.
Por Mauricio Perfetti Del Corral - mauricioperfetti@gmail.com
Los acontecimientos políticos de las últimas semanas, el informe del Banco de la República sobre el efecto de la reforma laboral en la pérdida de al menos 450.000 empleos y la marcha de los reservistas sugieren la conveniencia de plantear algunos escenarios posibles para este cuatrienio y los retos correspondientes.
Un primer escenario sería aquel en el que el gobierno logra recomponer la coalición con los partidos y pasar algunas de las reformas que hacen curso en el Congreso. En este escenario, los partidos tradicionales introducen cambios sustanciales en los proyectos de ley en trámite y, por tanto, los efectos de la reforma a la salud, la laboral y la pensional no serían tan dañinos, tal como han sido analizados juiciosamente por el Banco de la República, Anif, Fedesarrollo y el exministro Alejandro Gaviria. De ser así podría haber un segundo nuevo cuatrienio del Pacto Histórico.
Dicho resultado depende, sin embargo, de qué suceda con los jóvenes de la primera línea e involucrados en el paro del 2021 y, especialmente, con las movilizaciones estudiantiles de 2019. Pareciera existir una cierta desconexión del gobierno con estos jóvenes pues su tasa de desempleo, en la última medición del Dane, bordea el 20.0% y la reforma laboral promueve la estabilidad de los que ya tienen trabajo con más antigüedad, pero no impulsa la generación de empleo para esta población. El presidente había propuesto la generación de 500.000 nuevos cupos de educación superior, pero el país aún está a la espera de la reforma y la ampliación de estos cupos.
En un segundo posible escenario no se reestablece la coalición de gobierno, pero sí la aprobación de las principales leyes por una fuerte presión al Congreso a través del apoyo popular que Petro promueve mediante el llamado a la calle, el impulso a los medios de comunicación comunitarios, las Juntas de Acción Comunal y la economía popular (contradictoriamente los informales están por fuera de la reforma laboral). Esto es lo que Juanita León de La Silla Vacía denomina “la visión popular” de Petro. Este sería el escenario de un gobierno desconectado con varios de sus grupos de apoyo, que pierde popularidad por los efectos de las reformas (desempleo, menos acceso a salud, etc.) y que se mantiene en el poder gracias a esos componentes populares/populistas. Este escenario podría conllevar a uno tercero y es la irrupción de una extrema derecha.
Frente a esos escenarios se requieren inexorablemente nuevos liderazgos y partidos políticos fuertes que aprovechen los espacios de participación democrática para fortalecer vías alternas del cambio que no sean solo esa “visión popular”. Esos nuevos liderazgos posibilitarían una nueva oposición que no se quede en la perversa polarización e intolerancia, ni en la emulación de Trump y Bolsonaro, mucho menos en el reciente racismo en contra de Francia Márquez y los indígenas; más bien que sepan debatir, escuchar, generar consensos e incidir favorablemente en una Colombia con menos incertidumbre y populismo, que favorezca grandes mayorías – en especial jóvenes y mujeres - y no solo a ciertos segmentos que apoyan a Petro.