<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
Síguenos en:
x
Columnistas | PUBLICADO EL 11 noviembre 2021

La pandemia me enseñó a dejar de correr contra mí misma

Por Lindsay Crouse

Entrenando para una maratón hace dos años, corrí tan rápido que no podía creer lo que decía el reloj. Me pareció que estaba mintiendo.

Ahora, cuando camino por esas mismas rutas donde alcancé mis límites y los superé, siento también melancolía.

No soy una deportista profesional, es algo que hago como pasatiempo y ha sido gratificante.

Durante los 15 años que he corrido maratones, la mayoría de las veces he logrado aumentar mi velocidad.

Pero cuando recibí un correo electrónico hace unas semanas que confirmaba que había clasificado para un comienzo élite que había codiciado en la maratón de la ciudad de Nueva York, con un tiempo registrado justo antes de la pandemia, mi entusiasmo se convirtió rápidamente en pavor.

Con todo lo que ha sucedido desde mi última maratón, no he realizado el tipo de trabajo obsesivo que implica un entrenamiento. Reducir la velocidad es fácil de ignorar cuando corres sola, sin reloj, como lo he hecho durante gran parte del año pasado. Pero mi recorrido de 26 millas por Nueva York aclararía un poco las cosas.

Aun así, quise hacerlo. No había corrido esta carrera en casi una década, a pesar de que he vivido aproximadamente a dos millas de la meta todo el tiempo. Después de la cancelación por la pandemia el año pasado, esta quincuagésima edición de la carrera fue histórica. Saludable. Divertida.

Tengo 37 años y he pasado gran parte de mi vida convencida de que no avanzar automáticamente significa retroceder. Correr fue una forma fácil de medir eso. Me preocupaba que cualquier tiempo más lento no fuera simplemente otro valle antes de un nuevo pico, sino que presagiara un deterioro que estaba decidida a desafiar.

No soy la única que lucha con esto. Con respecto a un fenómeno que llamó “adicción al éxito” en la revista The Atlantic el año pasado, Arthur Brooks, profesor de Harvard, explicó: “Aunque no es una adicción médica convencional, para muchas personas el éxito tiene propiedades adictivas”. El éxito estimula el neurotransmisor de dopamina, lo que hace que se vuelva por más. Los psicólogos lo llaman el “caminador hedónico”, en el que uno queda tan atrapado en la búsqueda incesante del éxito que lo antepone a todo, incluso a la felicidad. Cuanto más rápido vaya, más difícil será salirme.

Mi caminador hedónico era correr. También se convirtió en un símbolo de mi trayectoria en la mayoría de las otras áreas de la vida: trabajo, relaciones, salud. La satisfacción y el orgullo que me han traído mis éxitos fueron reales. Pero comenzó a tener tanto que ver con codiciar esos puntos altos como con temer los bajos.

Esta maratón se sintió como una prueba para saber si podía manejar eso. Nunca he estado más insegura sobre el futuro que ahora. Pero he aprendido una cosa. Durante los últimos dos años, en casi todos los aspectos de mi vida, no he tenido más remedio que reducir la velocidad, y el mundo no se acaba como temía.

Como muchos otros, termino este año dándome cuenta de que la vida que tenía antes de la pandemia no me espera al otro lado. Todos perdimos mucho. Es hora de averiguar qué hacer con lo que queda.

Se necesita coraje para aceptar dónde se encuentra uno ahora, para resistir el intento de forzarse a volver a lo que alguna vez fue. Por muy bien que se sienta en la cima, eventualmente subimos y luego descendemos. Ya sea ahora o más tarde, todos llegaremos allí, y está bien. El fantasma de mi antigua yo todavía puede tratar de perseguirme, pero ya no es una rival a la que tengo que vencer. Todo lo que ella tiene es mío también.

El domingo me desperté antes del amanecer. Atravesé Central Park como si estuviera corriendo la mejor carrera de mi vida. Cuando la gente me animó, yo también me animé a mí misma.

Crucé la línea de meta como si hubiera ganado. Y cuando vi a mi fantasma corriendo delante de mí, sonreí 

Si quiere más información:

.