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Columnistas | PUBLICADO EL 21 mayo 2021

La gente de bien

Con el paro nacional ha resonado la chocante frase de “la gente de bien”. Y dicen que esos son los que no participan en las protestas. Pero ¿quiénes son esa “gente de bien”?

Es una expresión vieja que enrostra las profundas desigualdades entre colombianos. Quienes se llaman así se piensan más que los demás por tener más dinero, vivir en un sector privilegiado en nuestras segregadoras ciudades, poseer algo de poder o influencias (¿para qué?), o pertenecer a una distinguida (?) familia. “Una familia de bien”.

Con frecuencia la “gente de bien” cree que el resto es desechable o estorba y hasta aprueba la violencia contra estos. Son los primeros en trazar una línea que los separe de los otros. Y miran feo si alguien de piel café visita los sitios que frecuentan y prefieren irse a lugares donde solo se reúnen los de su “estirpe” e iguales privilegios.

Tienen muchas influencias. ¡Usted no sabe quién soy yo! Y se cuelan en las filas y en las congestiones de vehículos, o de cualquier forma intentan pasar sobre los derechos de los demás. Mucha gente que se dice “de bien” no paga lo correcto a sus trabajadores y tampoco a las empleadas domésticas. Y ni saludan a los demás, a esos que “no son bien”.

En sus declaraciones de renta evaden como sea pagar los impuestos que les corresponde. Son bien.

Pero gente de bien es el ventero que pasa 15 horas al sol y al agua en una esquina, el obrero que cumple con su tarea y madruga y trasnocha, el estudiante de cualquier institución, el joven que se para todo el día en una esquina porque no tiene ninguna oportunidad, la ama de casa en cualquier vivienda, también el empresario y negociante que es justo con los demás, el rico que no discrimina a nadie por su dinero y residencia, aquel de estrato estratosférico que respeta a todos así piensen diferente, el pobre que no tiene dónde caer muerto, ese que quiere que todos estén mejor, el funcionario honesto y servidor, el que no hace trampas ni soborna ni pasa sobre los otros, ni fomenta la violencia.

¡Gente de bien! No, quien no ha salido a protestar no es solo por ello “gente de bien”. No todos consideran o pueden hacerlo, por múltiples razones, y es válido.

Pero ni el dinero ni los bienes ni las influencias, tampoco el racismo y la discriminación hacen a la “gente... de bien”.

Maullido: Hay 1 300 000 habitantes en la pobreza en el Valle de Aburrá. Aterra

Ramiro Velásquez Gómez

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