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Columnistas | PUBLICADO EL 26 marzo 2021

La bajeza humana

Por Ramiro Velásquez Gómezramirovego@gmail.com

La vacuna contra Covid-19 sacó lo peor de la condición humana, que es tan común ahora. Los países industrializados corren a vacunar a sus gentes y niegan dosis a otros, aun a sabiendas de que mientras millones en territorios pobres convivan con el coronavirus, mayores probabilidades de que siga mutando y reste eficacia a los ya inmunizados en el mundo rico.

48 países, en su mayoría de altos ingresos, vacunarán este año a sus habitantes, para 148 será tarea del próximo y años siguientes.

De las dosis producidas, tres cuartos quedan en 10 países desarrollados; así Estados Unidos vacuna 2,5 millones/día y a 30 países no ha llegado el primer inmunológico.

La condición humana plena, esa que el capitalismo ha endurecido con sólidas raíces de modo que solo importen unos pocos. Lo vemos en distintas esferas de la vida, como cuando en Colombia un expresidente terrateniente pide baldíos a la Nación porque lo suyo es poco o se promueve una reforma tributaria basada en exprimir los recursos de los menos favorecidos con un IVA regresivo que los pudientes pagan sonrientes.

La solidaridad quedó pisoteada, limitada a frases vacías como “entre todos podemos” o “de esta salimos juntos”, y así. Pero no es así.

No hubo poder para que los poderosos movieran a las farmacéuticas a compartir la receta. Se opusieron al llamado de los más necesitados con vocería de la Organización Mundial de la Salud, y en la Organización Mundial del Comercio hicieron valer sus derechos (el gobierno de Iván Duque apoyó a los ricos en un acto torpe de bajeza con sus compatriotas).

Esta semana, Estados Unidos modificó normas para dejar de exportar vacunas durante seis semanas a los británicos. En suelo estadounidense hay 30 millones de dosis de AstraZeneca apiladas.

Ha quedado más claro que nunca que la salud es negocio. Las farmacéuticas solo buscan mucho dinero. Claro, algunas sobras dan para tranquilidad de conciencia.

Pese al pedido de la OMS para que compartieran las fórmulas, ninguna alzó la mano. Moderna, una de aquellas, venderá este año US$18 400 millones en vacunas.

Israel, que no recateó precio y pagó a US$25 cada dosis de Pfizer, es por eso el más avanzado en inmunización, mientras que los europeos perdieron tiempo buscando rebajas.

No solo es el mundo que nos tocó. Es el que se ha construido durante los dos últimos siglos y que seguirá favoreciendo la vida del rico sobre la del pobre.

Maullido: cada invierno se inundan los mismos pueblos y sitios y nada se hace. Y lo que falta

Ramiro Velásquez Gómez

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