Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
Estación Reposo (siendo el reposo un espacio que ocupa el movimiento), a la que llegan los que buscan sus gafas y las llevan puestas, los que caminan y giran hacia atrás por si viene alguien que los empuje, los que miran el calendario y estando en miércoles creen que siguen viviendo en lunes, los que abren sus mochilas para saber qué es eso que pesa tanto, los que buscan algo en la memoria y lo que encuentran no saben si es cierto o lo acaban de inventar, los que llegan a una escalera y deciden subirla de espaldas para hacerse a la ilusión de estar bajando, los que apagan el celular para que no suene ni los altere tanto, los que se sientan y es como si se estuvieran deshaciendo, los que dicen hago una siesta y siguen ocho horas de largo, los confundidos por un montón de cosas que no les importa, los que cierran los ojos y quieren abrirlos cuando ya sea fin de semana, los que incumplen una cita y ya no les importa, en fin, de cansados al extremo están llenas las ciudades, los puestos de trabajo, las parejas que no saben qué decirse, los supermercados donde no alcanza el dinero para las compras, etc. Y en este etcétera caben los insomnes y los que duermen parados.
La ergonomía estudia los niveles de fatiga de una persona que realiza un trabajo y las herramientas que usa; analiza su estado emocional y el espacio que ocupa (aire, iluminación, temperatura), los jefes que tiene y el tiempo que pierde por capacitación indebida, salud deficiente o condiciones de transporte (tacos). Y de este ambiente (somos según el lugar que ocupemos) nace el grado de productividad y convivencia con otros, el nivel intelectual y la capacidad que debe tenerse para resolver problemas. Lo anterior se estudia en los lugares de trabajo, pero ahora hay que extender lo ergonómico al mundo de las ciudades, grandes productoras de cansancio unido a la agresividad, el descontento y un creciente no me importa.
En una ciudad de crecimiento acromegálico (la nuestra), fatiga la movilidad (moverse en un vehículo es infernal), la contaminación fija y de fuentes móviles, el ruido (la barahúnda, la gritería, el vecino aburrido, el drogado rapero), la ineficacia de las normas (saltarlas es deporte nacional), la información emocional desmesurada y mentirosa, los errores de las administraciones (lo que incluye corrupciones) y la continua publicidad de compre o usted no es nadie. Y el amontone, pues cada vez hay menos espacio y más basura. Y en estas estamos, fatigados y por cualquier cosa un ladrido.
Acotación: cansarse es fácil: cansa no poder moverse bien y respirar contaminantes, oír mentiras continuadas, no reconocer y buscar chivos emisarios, estar acosado por el consumismo, trabajar mal dirigido, estar polarizado para legitimar agresividad y mirar hacia adelante y solo ver obstáculos. Y bueno, es el baile de los que abundan.
