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Columnistas | PUBLICADO EL 10 octubre 2021

¿ES USTED PRESIDENTE?

Por Ricardo mejía canowww.ricardomejiacano.com

Ser presidente de una junta directiva es uno de los cargos más difíciles de ejercer: muy pocos saben cuál es su rol, ni como desempeñarse para hacer las juntas más estratégicas, efectivas y sobresalientes. Tampoco existen seminarios ni cursos que ayuden a los interesados a profundizar en sus funciones.

Consciente de lo anterior, el reconocido centro de estudios de negocios Insead realizó una encuesta entre 200 presidentes de junta de empresas de 31 países, incluyendo entrevistas con 60 de estos, más 60 entrevistas con miembros de junta, accionistas y presidentes ejecutivos.

“Como presidente de la junta directiva hice un gran esfuerzo para desprenderme de algunas de mis competencias como CEO, cargo que había desempeñado en otra gran empresa por muchos años”, decía uno de los entrevistados. “Al principio quería ser el primero en proponer la mejor solución a los problemas planteados, en lugar de promover la discusión amplia y profunda. Finalmente lo entendí: si daba mi opinión de primero, ponía límites al debate y frenaba la intervención franca y abierta de los demás miembros de junta”.

Otro opinó: “Si usted quiere ser el centro de la atención, no acepte el cargo de presidente de la junta. Su función es abrir el campo para otros, hacer que sus colegas brillen”. La recomendación general: una vez el equipo de la gerencia presenta un tema, el presidente debe abrir el debate y ser el último en dar su opinión. Al final de cada discusión debe sacar conclusiones. Así el secretario podrá ser más preciso en la redacción de las actas. En opinión de los entrevistados las intervenciones del presidente no deben tomar más del 10 % del tiempo de la reunión de la junta: “El presidente debe hablar poco y concentrarse en los procesos, facilitar que los demás puedan expresar sus ideas y buscar consensos”.

Debe mantener contacto con sus colegas, con el gerente y los principales ejecutivos, por fuera del tiempo de la junta y evaluar como perciben el trabajo de la junta y en que se puede mejorar.

Preferible si el presidente de la junta no es un experto en los temas de la empresa. Así se concentrará mejor en los procesos de la junta y evitará que ésta haga microgerencia.

El presidente debe hablar con aquellos que tienen “Diarrea Verbal” y explicarles que la junta es un espacio de construcción colectiva y por tanto no deben monopolizar los debates. Su función más difícil es callar a quienes hablan mucho, hacer hablar a los callados y cumplir la agenda.

Al asumir el cargo algunos presidentes quieren establecer métricas para medir el desempeño de la junta. Olvidan que las decisiones más importantes son aquellas que transformarán la compañía en 5-10 años. “¿Cómo medir al final del año decisiones que se espera den fruto en 5-10 años? El presidente más bien debe preocuparse por: 1. Tener la gente correcta en la junta, con los perfiles y diversidad que requiere la empresa y el momento, 2. Tener una buena agenda, 3. Que el material y las presentaciones, además de presentar la realidad de la compañía, ilustren la situación del entorno y oportunidades futuras, 4. La dinámica y procesos de las reuniones y 5. Que las actas sean breves, claras y concisas”.

“Mas que dar la mejor solución ante un problema, el presidente de la junta debe pensar en cómo organizar la discusión para que entre todos se estudie la mejor solución”, manifestó un encuestado de manera magistral.

El presidente se debe limitar a facilitar que las discusiones de la junta sean productivas y su éxito dependerá de la efectividad de los aportes de cada uno de los miembros de la junta

Ver artículo completo en: https://sdj.com.co/es-usted-presidente/

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