<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
language COL arrow_drop_down

El escándalo de las reservas y las consecuencias de mentir

La manipulación de las cifras fue develada por una investigación que tras contrastar documentos y versiones de posibles implicados, puso al descubierto cómo se había llevado a cabo la farsa.

El escándalo fue mayúsculo. Inflaron intencionalmente las reservas de hidrocarburos en un reporte que fue ampliamente difundido, desinformando a inversionistas, analistas, tomadores de decisiones y al público en general. Este tipo de engaño, que no es común en el sector, consistió en definir como ciertas, o probadas para usar el término técnico correcto, unas cantidades de gas y petróleo que no eran conocidas o que, en el mejor de los casos, solo tenían una probabilidad de entre 10 y 50 por ciento de ser comercialmente explotadas.

La manipulación de las cifras fue develada por una investigación que tras contrastar documentos y versiones de posibles implicados, puso al descubierto cómo se había llevado a cabo la farsa. Algo que sorprendió a expertos del sector, medios de comunicación y ciudadanos del común fue que el engaño había sido difundido por las máximas autoridades de la organización. Una situación como esta no tenía precedentes, y no solo ponía en entredicho la credibilidad y la ética profesional de los directivos, sino que generaba cuestionamientos sobre una entidad reconocida como técnica y rigurosa.

Las reacciones, investigaciones y pedidos de renuncia no se hicieron esperar. Adicionalmente, se filtraron mensajes en los que el máximo responsable de exploración y producción alertaba a su superior de los errores cometidos y le suplicaba no seguir mintiendo sobre el número de las reservas. Los mensajes y documentos que se filtraron posteriormente a medios de comunicación evidenciaron una fuerte tensión entre la cabeza de la entidad y la segunda persona al mando sobre cómo abordar este delicado tema, así como otros asuntos técnicos. Finalmente, y después de un daño reputacional significativo, el resultado no podía ser otro: tanto la cabeza de la entidad como dos de sus más altos directivos no tuvieron otra alternativa más que renunciar.

Los que conocen el sector saben que este es un resumen somero del escándalo en el que se vio envuelta una de las petroleras más grandes del mundo en 2004 por haber inflado sus reservas en más de un 20 por ciento. El haber mentido en reportes públicos no solo causó una debacle corporativa que terminó con la renuncia de sus principales ejecutivos, una fuerte caída en el precio de sus acciones y rebajas en su calificación crediticia, sino que la empresa fue objeto de millonarias multas por parte de los reguladores de los mercados de valores de Estados Unidos y el Reino Unido.

Las reservas de petróleo y gas son un indicador crítico del sector en países productores, el cual es usado por autoridades, expertos, empresas e inversionistas en sus análisis y toma de decisiones. Por lo tanto, es fundamental que su clasificación y reporte se ciña a parámetros y estándares técnicos e internacionalmente reconocidos. Por ejemplo, las empresas petroleras tienen que incluir las reservas en los reportes financieros donde se transan sus títulos valores. Mentir sobre su estado es una falta gravísima con implicaciones legales y sanciones por parte de los reguladores

*Miembro Distinguido
Visitante del Centro de Política
Energética Global de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Te puede interesar