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Mucho se ha analizado sobre el triunfo de Trump en Estados Unidos, pero poco se ha dicho sobre la importancia del voto de los jóvenes (menores de 30) en estas elecciones. En un artículo publicado en el New York Times John Della Volpe, director de encuestas en el Instituto de Política del Kennedy School de Harvard, hace un análisis sobre como los líderes del partido Demócrata no escucharon a este grupo y esto, en últimas, fue lo que impidió que Kamala Harris ganara las elecciones a la presidencia en los Estados Unidos.
Según las encuestas de salida publicadas por CNN el día de la elección, en los estados bisagra, la Sra. Harris solo obtuvo, entre los jóvenes, una ventaja del 13% sobre Trump, comparado con el 24% en el 2020 que logró el presidente Joe Biden. Adicionalmente, en esas elecciones, 60% de los jovenes salieron a votar, mientras que en 2024 solo lo hizo el 54%. Y cuando los Demócratas logran que el 60% o más de los jóvenes voten, históricamente han ganado las elecciones.
Según Volpe, este hecho es particularmente relevante y complejo considerando el discurso de la Sra. Harris, sus posiciones sobre diversos temas, y los logros de la administración de la administración Biden en relación con la deuda estudiantil y un claro empuje a las inversiones de mitigación del cambio climático.
Volpe también deja ver como el partido de Harris y Biden cada vez más se ha vuelto uno de total devoción a la data y la analítica, dejando de lado las encuestas y las conversaciones con diversos grupos demográficos. Esto fue particularmente complicado para el caso de los jóvenes, pues el partido Demócrata y la campaña Harris no se dieron cuenta que, al final, este grupo demográfico también estaba preocupado por lo que percibían como el problema más apremiante de corto plazo en los Estados Unidos, y que finalmente terminó por darle la victoria a Trump: la economía. En particular, la inflación y el incremento generalizado en el costo de vida de los americanos. Esto hizo que, inclusive entre las mujeres menores de 30, muchas votaron con el bolsillo, más que con sus posiciones con respecto a, por ejemplo, el aborto.
La percepción de los jóvenes sobre la economía, particularmente durante los últimos cuatro años del gobierno Biden-Harris, fue lo que en últimas hizo que este grupo o bien no saliera a votar, por un agotamiento y desconfianza general con el sistema político, o si salieron, se inclinaran en muchos casos a votar por Trump. La desconexión del partido Demócrata con las preocupaciones cotidianas de estos votantes fue notable.
Los jóvenes seguirán siendo un grupo de enorme importancia en las elecciones venideras, a pesar del envejecimiento general de la población en Estados Unidos. Escucharlos y atender sus preocupaciones es cada vez más relevante. Esperemos que el partido Demócrata haya aprendido esta lección, y que en las elecciones futuras -tanto de presidente como de senado y cámara- le den un mensaje más claro y contundente a este grupo de votantes cada vez más activos políticamente y más ansiosos sobre su futuro.
