x

Pico y Placa Medellín

viernes

3 y 4 

3 y 4

Pico y Placa Medellín

jueves

0 y 2 

0 y 2

Pico y Placa Medellín

miercoles

1 y 8 

1 y 8

Pico y Placa Medellín

martes

5 y 7  

5 y 7

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

6 y 9  

6 y 9

El alcalde verde*

Hay otro elemento del que, aunque no tenga pruebas, tampoco me cabe duda: el verde.

hace 8 horas
bookmark
  • El alcalde verde*

Por David González Escobar - davidgonzalezescobar@gmail.com

¿Por qué, sobre todo en los últimos años, hay tanta gente a la que le gusta venir a Medellín?

Excluyamos a quienes llegan por fines non-sanctos. Obviamente, no tenemos la arquitectura haussmaniana de París, ni la historia milenaria de Roma, ni la excentricidad vacía de Dubái (o al menos no a gran escala). Siendo menos ambiciosos y mirando nuestra competencia cercana, tampoco contamos con las playas de Cancún, Punta Cana o el Caribe colombiano; ni con la riqueza cultural inmensa de Ciudad de México; ni con la cocina de renombre mundial de Lima; ni con el paisaje incomparable de Río; ni tenemos cerca un Machu Picchu; ni vivimos en una urbe interminable como Buenos Aires.

Y, sin embargo, ahí está Medellín: posicionándose poco a poco como destino turístico, compitiendo con las anteriores.

¿Por qué?

No creo en una teoría total que explique el fenómeno. Algo tendrá que ver la relación costo/beneficio de la ciudad, así como la fama como lugar de entretenimiento que va de la mano con el posicionamiento de artistas como J Balvin, Maluma o Karol G. También, aunque lo demos por sentado, el clima; los paisajes que tenemos a minutos de la ciudad; y el interés que, aunque no nos guste, despierta nuestra historia reciente de violencia y narcotráfico.

Pero hay otro elemento del que, aunque no tenga pruebas, tampoco me cabe duda: el verde.

El verde que encierra este estrecho valle, tan angosto que lo vuelve inescapable, que hace que quien llegue se encuentre con el contraste de edificios rojos que brotan entre las montañas. Los enormes y frondosos árboles que dan sombra a las calles, y que hacen que, en muchas partes, cuando uno mira la ciudad hacia abajo vea un tapete verde salpicado de asfalto y ladrillo.

Quizás por eso, cuando hablamos del atractivo verde que está capitalizando Medellín, conviene recordar que no todo fue resultado espontáneo de la geografía.

Buena parte de ese entorno natural que hoy se disfruta en calles y parques tiene detrás un trabajo deliberado, impulsado con persistencia durante décadas por muchas personas, entre ellas, creo, una que vale la pena destacar: Jorge Molina Moreno.

Tras una trayectoria empresarial que lo llevó a ser presidente de Suramericana de Seguros por muchos años, Jorge Molina asumió un rol cívico, llegando incluso a ser nombrado “alcalde verde” de Medellín, cargo desde el cual, sin remuneración alguna, promovió y acompañó durante más de 15 años los esfuerzos de arborización y recuperación de espacios públicos que hoy disfrutamos. Ese legado es visible en los más de 30.000 árboles sembrados en avenidas, separadores y parques, que hoy forman parte de nuestro paisaje cotidiano.

Pero probablemente lo más valioso de esa labor fue haber creído, en momentos complejos para Medellín, que valía la pena invertir energía en lo público, en algo en apariencia simple como darle más verde a la ciudad, algo de lo que hoy, de muchas formas inesperadas, quienes la habitamos recogemos réditos.

Recordar figuras como la suya ayuda a no olvidar que la ciudad que hoy se reconoce afuera y que atrae a miles de visitantes es, en buena parte, fruto de quienes decidieron construirla cuando hacerlo parecía más difícil.

No fue ayer que se sembraron los árboles que hoy más sombra nos dan.

*Esta columna está dedicada a Clara Cecilia Uribe, quien al recordar a Jorge Molina cada vez que ve los árboles que adornan la ciudad, me motivó a escribir este texto.

Sigue leyendo

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD