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En un mundo donde las desinformaciones y las noticias falsas se difunden a mayor velocidad que el coronavirus, resulta oportuno leer el artículo publicado por Time el pasado 9 de febrero, titulado: How Our Modern World Creates Outbreaks Like Coronavirus, el cual espero haber resumido en los párrafos a continuación.
Que se torne el brote de peste en Wuhan en una pandemia suave como la peste de los cerdos en 2009, o en algo más severo como la gripe española de 1918, la cual mató 50 millones de personas en 11 meses, nadie puede afirmarlo en la actualidad. Que se afecte la economía de China, probablemente sí; pero nadie tampoco puede asegurar que, así mismo, se perjudicará toda la economía mundial.
La alarmante realidad nos indica que la aparición de epidemias infecciosas se está acelerando en el mundo durante las últimas décadas. En el Siglo 19, la cólera originaria de la India y la plaga de China, se demoraron varios años para llegar a Europa y a Norteamérica por la vía tanto del comercio terrestre como del marítimo.
En 1890, la llamada “influenza rusa” que causó un millón de muertos se propagó en Europa por medio de las personas que viajaban en los ferrocarriles. Las ratas que llegaron en un buque de vapor a San Francisco en 1900 les importaron la plaga. La gripe española la llevaron a España los soldados que marchaban durante la Primera Guerra Mundial hacia las líneas del frente al norte de Europa.
En 2002, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo, Sars, por sus siglas en inglés, es una forma grave de neumonía y tardó cinco meses para irradiarse por todo el mundo, su pariente cercano el coronavirus demoró solo cuatro meses. A la fecha, al Sars todavía no le han hallado su vacuna. ¿Pasará lo mismo con el coronavirus?
La primera de las lecciones importantes que nos legan las epidemias recientes es que el setenta por ciento de ellas se originan en el reino animal. El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, el temible Sida, provino en 1980 del consumo humano de la carne de chimpancé. El Sars ya mencionado y el Ébola se originaron en los mercados de animales sin mayor higiene y sin inspecciones previas a la venta de ellos. El coronavirus ha sido ya aislado en murciélagos, cocodrilos, serpientes y en una especie de gato que se cotiza muy bien en China como fuente de “energía”.
La segunda lección nos enseña que las megaciudades existentes en China, Asía, África y Suramérica, en las cuales se concentran millones de personas en espacios reducidos y sin condiciones sanitarias adecuadas, son un excelente caldo de cultivo para la expansión de los nuevos virus.
Prevenciones para Colombia. Evitar contacto con las personas enfermas o con síntomas sospechosos. Lavarse las manos varias veces al día durante varios minutos. Cancelar la asistencia a las grandes concentraciones de público. Cubrirse la boca con una tela al toser o estornudar. No tocarse los ojos o la nariz con las manos sucias. La buena noticia, el porcentaje de muertos sobre los infectados no es tan elevado como el la gripe española.