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China es uno de los mayores prestamistas del mundo y el que más deuda de otros países acumula. El gran acreedor global de un mundo sobre endeudado por más de 300 billones de euros.
Por Humberto Montero - hmontero@larazon.es
China tiene la sartén por el mango. Es uno de los mayores prestamistas del mundo y el que más deuda de otros países acumula. El gran acreedor global de un mundo sobre endeudado por más de 300 billones de euros y varias naciones al borde del incumplimiento de los pagos.
Aunque China es el segundo mayor tenedor de deuda de Estados Unidos desde que empezó a comprar los bonos estadounidenses con el arranque del nuevo siglo con 870.000 millones de dólares por los 1,1 billones de dólares que tiene Japón y durante un decenio fue el mayor acreedor extranjero de EE.UU., los países con mayor endeudamiento con China están en África, Asia Central y el Sudeste Asiático y el Pacífico, según los datos del Banco Mundial. Los países que conforman la “Nueva Ruta de la Seda”, un proyecto de China para financiar la construcción de infraestructura portuaria, ferroviaria y terrestre que les conecte con el resto del mundo (pero principalmente con Asia, África y Europa), figuran entre los favoritos.
De los 97 países para los cuales había datos disponibles en 2021, aquellos con la deuda externa más alta con China estaban todos involucrados en el proyecto, como Pakistán, Angola, Etiopía, Kenia y Sri Lanka. Yibuti y Angola son lo que más deuda acumulan en términos relativos, más del 40% del Ingreso Nacional Bruto. Les siguen Maldivas y Laos, con niveles de deuda china que equivalen al 30% o más del GNI.
Cerca de 60 países con bajos ingresos tienen un endeudamiento que supera el 60% de sus respectivos PIB. La ONU pidió esta semana a los ministros del G20 trabajar en un aplazamiento del pago de la deuda pública para que las naciones en desarrollo puedan hacer frente a la pobreza. Sin embargo, Pekín no parece muy interesado en facilitar las cosas.
China mantiene su veto al acuerdo, según expresaron sus autoridades esta semana en la India al cierre de la tercera reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20. Los miembros del G20 han intentado negociar una fórmula para el tratamiento de los países con bajos ingresos a través de un marco común que permita a las naciones endeudadas retrasar el pago de sus deudas.
Estados Unidos quiere que China arrime el hombro en la reestructuración de la deuda de varias economías en desarrollo mientras Pekín insiste en que sean los organismos financieros multilaterales quienes absorban, como parte de sus programas de asistencia, el endeudamiento de los países.
La reestructuración de la deuda es fundamental para países como Sri Lanka o Ghana, gravemente endeudados y en impago, para que puedan acceder a planes de rescate de los organismos financieros internacionales que permitan la reactivación de su economía y su recuperación.
¿Por qué China no afloja? Primero, porque no quiere soltar las riendas de todos los países que tiene bajo su yugo. Segundo, porque tiene sus propios problemas, con una fuerte ralentización del consumo interno, del PIB y de las exportaciones – con una caída del 8,3 % interanual en junio - que se traduce en la situación de deflación que viven los precios industriales, que también en junio experimentó su noveno mes consecutivo de contracción al bajar un 5,4% interanual. Tercero, porque comienza a tener los problemas de los países ricos, con una tasa de paro juvenil del 21,3%. Mensaje a navegantes: China se cobra cada dólar que presta hasta rozar la usura.