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Por Francisco G. Restrepo G.
Desde inicios del siglo XX el Departamento de Antioquia inició el primer proceso exitoso de industrialización regional del país, mediante la creación y desarrollo manufacturero de todo tipo, a pesar de su desfavorable posición geográfica alejada de los puertos del país y de los principales centros de consumo y de abastecimiento de materias primas, para las primeras industrias localizadas en el Valle de Aburra. El ingeniero y consultor empresarial Gabriel Poveda Ramos, en varias obras muy bien documentadas sobre la industrialización de Antioquia y de otras regiones del país, enumera factores exógenos y endógenos que precipitaron la gran epopeya industrial paisa por varias décadas hasta los años 70.
Los ciclos de las vocaciones económicas de Antioquia desde el siglo XIX como la minería y agricultura, el comercio interior y con el resto del país, incluyendo a los puertos, la sustitución de manufacturas importadas por producción local, el espíritu emprendedor empresarial, la conexión con el río Magdalena y la costa Caribe a través del Ferrocarril de Antioquia, coyunturas como la II Guerra Mundial y el boom económico en el periodo de la postguerra. Todos estos factores fueron generando un extenso y diversificado tejido de industrias textiles, químicas, confecciones, alimentos, de tabaco y de cigarrillos, fundiciones y metalmecánicas, de aparatos eléctricos y automotores.
Otros desarrollos claves fueron la explotación del potencial hidroeléctrico, la construcción de vías y carreteras hacia el norte, sur y oriente del Departamento. Forjar esa Antioquia industrial fue la visión de su clase empresarial, trabajadora y política permitiendo el milagro económico paisa de los años 60 y 70, como paradigma nacional de progreso social y de bienestar para su población.
Desde la década de los años 80, el entorno mundial y nacional empezó a mostrar grandes cambios y virajes: la apertura de las economías, la globalización, la explosión demográfica y del conocimiento científico y tecnológico, la preocupación por la ecología, los derechos humanos, el temor a los conflictos geopolíticos en todo el globo, las nuevas ideologías políticas, etc., que han generado graves cambios con nuevas crisis sociales, económicas y políticas de las que ni Colombia ni Antioquia han podido escapar.
La industria de los países en desarrollo fue la más castigada por su impreparación para una feroz competencia en el mercado mundial. Muchos países en desarrollo como Colombia, vieron declinar su industria no solo por la apertura de mercados sino por factores como el contrabando apalancado por la multinacional del narcotráfico. A pesar de los esfuerzos de empresarios y gobiernos en el país para no dejar desaparecer su industria, las graves crisis mundiales económicas del 2002, 2009 y ahora la de la pandemia del Covid-19, han dado un golpe bajo a los esfuerzos de volver a reactivar la industria nacional y otros sectores clave para una economía pujante que beneficie a la mayoría de los habitantes.
La SAI –Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos– ha organizado un Seminario al más alto nivel académico y empresarial, del 23 al 25 de junio, para explorar las reales posibilidades de reindustrializar el Departamento de Antioquia. Es necesario volver a los tiempos mejores de nuestro pasado industrial, gracias a una economía de producción manufacturera con enormes beneficios sociales de los que disfrutamos hasta hace unos años. Este evento dará luces y ánimo para enderezar nuestro actual rumbo de crisis sistémicas, que no muestra mejores horizontes económicos y sociales para las futuras generaciones